INDEPENDIENTE DERROTÓ POR 1-0 A RACING EN EL CILINDRO. MOSTRÓ PACIENCIA Y SOLIDARIDAD CON UN HOMBRE MENOS PARA SER EL DUEÑO DEL BARRIO. LEANDRO FERNÁNDEZ EL AUTOR DEL GOL.
En los primeros minutos sería la Academia quién tendría más decisión para abrir el partido. A los 2′ ya tendría una pelota parada en la que le quedaría un rebote en el área al Pulpo González. Este cruzó muy bien su remate hacia la derecha y pelota terminó dentro del arco. Era el 1-0 pero el linea vio un off-side inexistente e inválido la acción. Era la primera polémica del juego.
El equipo comandado por Diego Cocca era el dominador absoluto del encuentro. Con los desbordes de Ibargüen y Solari, la presencia de Arévalo Ríos en la mitad de la cancha y la actitud y compromiso de Lautaro Marínez para volver loca la defensa del diablo con su protagonismo. Poca muestra de fútbol por parte de Independiente en los primeros momentos.
A los 29′, en una verdadera guapeada individual, Leandro Fernández sorprendió al chino Vittor en la salida y le robó la pelota increíblemente contra la banda. Se mandó una corrida impresionante y cuando parecía que llegaban a cerrarlo y se le acababa la cancha, el número 11 sacó un zurdazo formidable contra el palo cruzado para que el esfuerzo de Musso sea en vano. Golazo del Rojo que encontraba un gol cuando poco había hecho en el cotejo.
Después del gol el dueño de casa se descompenso. No tuvo creatividad para levantar cabeza en el juego. Hasta que en un contragolpe de Lautaro Martínez, el jóven delantero racinguista es derribado por Moreira, que ya estaba amonestado y recibio la segunda tarjeta dejando a su equipo con un jugador menos. Lo paradójico fue que el equipo de Cocca no sacó demasiadas ventajas de esta situación. Ya que por protestar su entrenador se fue expulsado, inclusive insultado por algún que otro plateista.
Sobre el final de la primera parte para aumentar el nerviosismo de la gente de Racing. Leandro Fernández tendría un tiro libre desde afuera del área. Perfectamente ejecutado pero mejor a una respuesta de Musso. Para calmar las aguas en la Academia e ir al descanso sólo por la mínima.
En el complemento Cocca no pudo hacer oídos sordos al pedido de su gente. Mando a la cancha a Lisandro López para darle contundencia y jerarquía al equipo en el ataque.
Racing no estuvo inspirado ni paciente para llevarse a su rival por delante desarrollando un juego preciso. Sin embargo lo hizo a pesar de sus apuros, con centros, desbordes, gambetas y dotes de individualismo puro. A los 16′ Augusto Solari encaró por el centro hasta jugar con Lautaro Martínez en área. El jóven definió con un tremendo zapatazo, pero el maldito palo que le evitó la clasificación ante Libertad por la Sudamericana le impedía la equidad en el clásico.
El Rojo era consciente de que no tenía fundamentos para lastimar a sus primos. Más allá de los esfuerzos del Burrito Martínez en la presión, la sublime primera marca de Albertengo, y todo esfuerzo colectivo del diablo mostrando carácter y generosidad. Siguió siendo sometido contra su arco por su rival y cada vez el partido era más cuesta arriba con la lesión de Rehak. Pero el equipo de Ariel Hólan dio otra muestra de crecimiento y extendió la paternidad sobre el rival de toda la vida en otro vibrante Clásico de Avellaneda, no fue un partido con grandes lujos, pero tuvo todos los condimentos de una de una rivalidad única en el fútbol mundial.
RACING: Musso; Saravia, Vittor, Barbieri, Soto; Solari, Ríos,Gonzalez, Ibargüen; Triverio, Martinez.
INDEPENDIENTE: Rehak; Asís, Breitenbruch, Moreira, Amorebieta, Togni; Gutiérrez, Domingo, Erviti; Fernández, Albertengo.
Baldomero Escalada.