Nacho estuvo una temporada en el exótico fútbol árabe, media década después jugará ante su ex equipo con el River campeón de América.
Por Federico Cristofanelli (INFOBAE)
Ya había sido campeón con Newell’s, había experimentado en el fútbol mexicano (Pumas y Toluca) y se había convertido en figura en el fútbol griego con el AEK Atenas. Y de cara a la temporada 2011/2012, Ignacio Scocco decidió armar las valijas y probar suerte en Emiratos Árabes Unidos.
Sí, para algún fanático desprevenido, el talentoso delantero de River defendió durante una temporada los colores del Al Ain, el equipo adversario del Millonario en las semifinales del Mundial de Clubes.
El Al Ain o Padre del Golfo es considerado el «Real Madrid» de su país. Pese a su poder, llevaba diez años de sequía sin obtener campeonatos… hasta que llegó «Nacho». Ese año dieron la vuelta y Scocco rompió redes. Los jeques dueños de la institución estaban muy convencidos de su potencial cuando lo buscaron en Grecia y él devolvió toda la confianza con gritos.
Fue tal la obsesión de los propietarios del Al Ain por contar con sus servicios que, con tal de no interrumpir las vacaciones del jugador oriundo de Hughes, volaron especialmente a Argentina durante el receso para ser testigos de su revisación médica. Inmediatamente después regresaron a su país.
Scocco se mudó junto a su familia y fue recibido de la mejor forma. Entre otras comodidades, durante los fines de semana «Nacho» disponía de un hotel en Dubai y Abu Dhabi, ciudades con características más semejantes a las occidentales. Era aire fresco para descansar de las arraigadas costumbres de Al Ain, donde las mujeres están obligadas a acudir a lugares públicos con el hiyab (velo que cubre la cabeza y pecho). Y quedaban a unos 150 kilómetros, distancia similar a la que existe entre su Hughes natal y Rosario.
Otro de los detalles que más llamaron la atención a la familia Scocco y los allegados que la acompañaron fueron las incontables e innegociables detenciones de actividades para rezar. Durante su arribo se celebraba el Ramadán, donde los musulmanes acostumbran a ayunar hasta que se pone el sol. Eso modifica las tareas cotidianas e incluso los horarios de los entrenamientos.
Inclusive durante las negociaciones para efectuar la contratación del punta argentino los directivos pidieron unos minutos para practicar su fe.
«Nacho» nació en la calurosa y húmeda Santa Fe, pero la agobiante temperatura de Emiratos lo sorprendió. Por los 54 grados centígrados, el plantel conducido por el rumano Cosmin Olaroiu tenía que practicar en turno nocturno. Y las inmediaciones de las canchas de entrenamiento estaban repletas de ventiladores con rociadores de agua.
Sobra petróleo y la nafta se vende a precio «regalado». Por eso, era moneda corriente que en los estacionamientos contiguos a los campos se dejaran ubicados los autos en marcha con el aire acondicionado al máximo para que estuvieran frescos en el regreso de cada propietario.
Tal fue unión que se generó entre Scocco y los dirigentes del Al Ain que cuando pidió que por favor lo liberaran para volver al Newell’s dirigido por Gerardo Martino, a mediados de 2012, no ofrecieron resistencia y acordaron lo numérico.
El destino quiso que se mudara a Núñez, que ganara la Copa Libertadores y que volviera al estadio Hazza bin Zayed, sede del Mundialito donde River buscará la gloria. Allí se estrenará el cuadro de Marcelo Gallardo, que evalúa darle minutos de fútbol a «Nacho» en plena recuperación de su lesión. En Al Ain habrá trato preferencial para Scocco. Y no hay dudas de que si el Millonario se clasifica a la final, tendrá hinchada propia.