La Copa Mundial de Fútbol Femenino de Francia 2019 despierta expectativas respecto a cuál será su resultado final. Sin embargo, lo que se encuentra detrás de la misma es que los países que tienen mayor participación dentro de esta competencia son aquellos que, en coincidencia, tienen elevados niveles de equidad de género en el ranking 2018 del Foro Económico Mundial, es decir donde hombres y mujeres tienen un mayor nivel de igualdad en oportunidades laborales, políticas, de salud y de educación.
Según un informe del Foro realizado en el año 2018, Argentina se encuentra en el puesto 36° con un porcentaje del 73,3 % de índice de brecha de género. Dicho registro analiza la división de los recursos y las oportunidades entre hombres y mujeres en 149 países y mide el tamaño de la distancia que existe por la desigualdad en la participación económica y el mundo laboral.
Dentro del mercado de trabajo la desigualdad de género es un problema histórico que el movimiento de mujeres decidió enfrentar. Se trata de una de las dimensiones donde la posición desventajosa de las mismas se manifiesta con una intensidad ineludible y una inequidad que se expresa desde la brecha salarial, que en nuestro país es del 28%.
Asimismo, en uno de los ámbitos que más se puede notar dichas inequidades es en el mundo del deporte, sobre todo en el del fútbol, donde la igualdad de género, de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres es dispareja por lo que se lucha día a día para obtener la misma paridad entre unos y otros.
Desde sus inicios, en 1863, el fútbol comenzó como deporte masculino. No obstante, veintinueve años después se realizó el primer partido femenino que obtuvo su auge recién en 1914 durante la Primera Guerra Mundial, cuando debido a la falta de mano de obra masculina se incorporaron las primeras fábricas de mujeres, las cuales aprovechaban sus tiempos libres para jugar.
Sin embargo, en 1921 su desarrollo fue interrumpido, luego de que la Federación Inglesa de Fútbol prohibió que sus clubes permitieran el fútbol femenino en los estadios. Así, los partidos de mujeres quedaron sin vigencia por un largo período de tiempo, y no fue sino hasta 1971 cuando los ingleses levantaron la prohibición. De forma tal que fue reconocido por la Fifa recién en 1980.
Por otra parte, en Argentina la futbolista Macarena Sánchez denunció a su club, UAI Urquiza, que la desvinculó sin ningún reconocimiento de los siete años que jugó en esa institución multicampeona de la categoría. Esa valiente denuncia permitió a muchas futbolistas sumar su voz, en el contexto de una ola feminista global que sacude todo.
Dado que en sus equipos las futbolistas no llegaban a cobrar ni $ 5.000 de viáticos, ni siquiera las que integran la Selección Nacional, Macarena y sus compañeras comenzaron una lucha en reclamo por las desigualdades que se encontraban dentro del deporte, de esta forma consiguieron un acuerdo para profesionalizar el fútbol femenino en el país. No obstante, las prácticas obtenidas aún no han llegado a todos los clubes.
Las jugadoras de distintos clubes del país como la actual delantera de la primera de River Plate Martina del Trecco y la número 11 del seleccionado argentino de futsal, Silvina Nava, dieron su opinión acerca de la desigualdad dentro de este deporte y comentaron sus experiencias dentro del ámbito del fútbol.
Por una parte, Martina del Trecco sostuvo que aún “no ha cambiado mucho el ámbito del fútbol porque todo está en proceso” pero que a pesar de que considera que “va a tardar un tiempo para que las cosas se acomoden como tienen que ser” le ve un futuro al cambio ya que cree que “las chicas sienten el fútbol mucho más que los hombres”.
A su vez, afirmó que su club tiene las condiciones necesarias para la realización del deporte pero que a veces “no dan los materiales y tienen que comprárselos por su cuenta”, ella considera que esto sucede porque el equipo todavía no se ha profesionalizado.
Por otro lado, Silvina Nava opinó que el fútbol femenino al ser un deporte que recién se está dando a conocer es más bien “amateur” a diferencia del masculino que en muchos clubes los jugadores reciben un sueldo. Sin embargo, considera que “de a poco se va a poder sumar a otras disciplinas”.
“Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa.” Simone de Beauvoir.
Por Candela Lederer