De la miseria cotidiana a la elite de un grande de Argentina. La historia del defensor que se consolida en el equipo de Falcioni.
Nació en Formosa, pero se crio en una precaria casa en la Villa 31. Allí soñaba con jugar en Independiente, donde llegó en 2008 con apenas nueve años, y debutó en 2017 con Ariel Holan.
En ese asentamiento situado en Retiro, dio sus primeros pasos con la pelota y vivió hasta hace muy poco. De hecho, allí vio al Rojo campeón de la Sudamericana frente a Flamengo con su familia.
“En ese momento soñaba con poder estar algún día jugando un partido así de importante defendiendo esa camiseta. Lo veía como algo cercano porque yo ya había debutado (días atrás en un 1-0 con Arsenal), pero lejano al mismo tiempo”, contó Sergio.
En Febrero de 2018, Checho fue convocado a la Selección Argentina Sub 20 para disputar tres amistosos. Un equipo que en ese entonces dirigía Sebastián Beccacece.
Tiempo después de haber debutado en el Rojo, Jorge Burruchaga manifestaba su visión sobre el joven futbolista: «Cuando llegué al club, lo vi y me sorprendió muchísimo. Es nuestro pequeño Varane. Tiene todo para ser un gran central. Es rápido, tiempista, gana en los duelos, es muy bueno».
¿Quién es Sergio Barreto? Él mismo lo cuenta… ¿Su mejor amigo del plantel? Lucas González. ¿Su comida favorita? El asado. ¿Su género musical? La cumbia. ¿Su ídolo? Sergio Ramos. ¿Y él? Un luchador.
Hasta acá la historia de Sergio “Checho” Barretto, defensor de Independiente y una de las figuras del puntero del campeonato.