Lo de Reinier en el Borussia Dortmund empieza a parecer un caso perdido, casi año y medio después de que el Madrid eligiese al club alemán como el entorno ideal para que la perla brasileña se pueda desarrollar en la élite europea. Reinier llegó al Madrid en febrero de 2020 para acabar el curso con el Castilla, donde dejó detalles interesantes hasta que la pandemia de COVID-19 lo paró todo. Ese verano, se fue cedido al Borussia, un equipo de nivel Champions, pero con varios ejemplos de apostar por la juventud. Pero en el caso de Reinier, algo no ha funcionado.
El curso pasado fue malo para el brasileño, sin paliativos: apenas jugó 339 minutos en toda la temporada. Lucien Favre mostró poca confianza en él; fue despedido en diciembre y su sustituto, Edin Terzic, sí mostró más inclinación por Reinier, pero como opción para los tramos finales de los partidos. Sólo le dio un sitio en el once en Bundesliga en la última jornada, con el Dortmund ya clasificado para la próxima Champions; el ex del Flamengo cumplió, dio una asistencia ese día.
Pero con Marco Rose, la cosa no termina de mejorar. Es un cambio recurrente, pero sólo ha sido titular una vez, en Copa ante el modesto Ingolstadt, de Segunda División. La opinión reinante en Dortmund gira en torno a que el estilo de juego de Reinier no termina de llenar a Rose, que considera que su constantes regates y amagos en mediocampo restan velocidad a las transiciones del Borussia.
Rose quiere velocidad y presión alta, y no ve a Reinier dándole ninguna de las dos cosas. Y tampoco le ayudó su primera impresión ante el técnico, pues llegó con la pretemporada muy avanzada debido a su presencia en los Juegos de Tokio, donde conquistó el oro, aunque sin ser parte del once titular. Bien es cierto que la competencia de Reinier en el Dortmund es potente: en función del sistema, tiene por delante a Brandt, una de las joyas del fútbol alemán del momento, o a Reus, toda una institución del club germano.
Reinier forma parte de la estrategia del Madrid de firmar talentos jóvenes en Brasil para desarrollarlos en Europa, como Vinicius y Rodrygo. No son talentos baratos, todo hay que decirlo, pues Reinier costó 30 millones de euros procedente del Flamengo, donde tampoco tuvo muchas oportunidades por cuestión de su edad; brilló en las categorías inferiores. En el Madrid se dio prioridad a la opción del Dortmund por motivos evidentes, la experiencia reciente ha sido muy buena, con Achraf como principal ejemplo.
El lateral hispano-marroquí se marchó cedido dos años y se convirtió en uno de los mejores laterales de Europa. Tras su cesión en Dortmund, fue traspasado al Inter por 40 millones y el pasado verano cambió de aires de nuevo, al PSG por 60 millones. Pocos futbolistas han generado ese flujo de dinero en plena pandemia.