Ghana y Sudáfrica disputaron el pasado domingo un partido de clasificación para el Mundial, en el cual el conjunto local salió victorioso (1-0), gracias a un penalti convertido por André Ayew. Al pitar el penalti, todos los jugadores sudafricanos se lanzaron sobre el árbitro senegalés, Maguette N’Diaye, quejándose de que no había habido contacto alguno y que el penalti era totalmente inexistente. Al no tener VAR, no hubo marcha atrás y ahora incluso la federación sudafricana habla sobre amaño y robo.

Este mismo lunes la propia Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA) dijo que llevaría el asunto a la FIFA y a la Confederación Africana de Fútbol (CAF) para impugnar el arbitraje de su derrota frente a Ghana.

Esta victoria permitió a Ghana superar a Sudáfrica y asegurarse una plaza en la repesca africana para el Mundial en el Grupo G.