Gustavo Alfaro, actual entrenador de la selección ecuatoriana, recordó su paso por Boca y dejó su opinión sobre la actitud de Juan Román Riquelme, quien hizo bajar a los jugadores del micro luego de una derrota.

«Cualquier cosa que se haga fuera de lo normal, en Boca tiene una repercusión enorme, más allá para que haya sido a los jugadores que la actitud que había tenido fue buena o una crítica», sostuvo el técnico, en diálogo con TyC Sports.

Y en la misma línea, agregó: «Como entrenador qué es lo que querés. Tranquilidad. Lo que te tiene que dar el entorno es el mayor ámbito de tranquilidad para que de lo único que tengas para preocuparte es de quiénes son los 11 que van a jugar el fin de semana. Si ya tengo que salir a hablar, desmentir, que esto, que lo otro, es como que estoy gastando energía en algo que no la tengo que gastar».

«Boca fue un aprendizaje. Boca te somete a un montón de cuestiones que si no las tomás como corresponden te avasallan, para bien y para mal. El tiempo de tomar la medida justa de la repercusión de cada acción, de cada situación que puede llegar a suceder, ya lo dijo Miguel (Russo) la otra vez: en Boca una hormiga es un elefante», siguió Alfaro.

Por su parte, el ex DT de Arsenal recordó su paso por Boca: «Era un año muy difícil el que nos tocó pasar a nosotros, después de perder la final de la Libertadores contra River. Lo importante fue cerrarnos para dentro, las cosas que había que hablar las hablábamos en el ámbito donde se debían hablar, que era en el vestuario, que ahí está la verdad nuestra».

«Me tocó tomar un buen Boca. Golpeado, pero el proceso fue muy bueno. El vestuario estaba dolido por la derrota, pero de pie. Me tocó tomar un plantel que estaba golpeado cuando lo tomé y de pie cuando me fui. Llegar a Boca es ganar la séptima Copa Libertadores. Y no se gana desde la voluntad, se gana desde la construcción de un equipo», cerró.