Con el adiós de Lorenzo Insigne ya confirmado y la situación contractual de Dries Mertens, agente libre al término de la temporada, el Nápoles puede vivir una revolución en su plantilla. El conjunto sureño, principal oposición al Inter de Milán en la carrera por la Serie A, tiene pendiente una reunión con Fali Ramadani, tal y como apunta Nicolò Schira.

En esta cumbre entre club y agente se discutirá el futuro en el equipo de uno de los pilares, Kalidou Koulibaly y de Kévin Malcuit, jugador de rol que termina contrato en menos de 6 meses. El Nápoles quiere renovar al senegalés hasta 2025, convirtiéndose también en el próximo capitán del club tras la marcha de Insigne a la MLS.