El Liverpool encarriló la eliminatoria ante el Inter de Milán por los Octavos de final de la UEFA Champions League después de ganar 2-0 en el Giuseppe Meazza con goles de Roberto Firmino y Mohamed Salah. Pese a sufrir mucho durante gran tramo del encuentro, donde su rival fue superior, el conjunto red supo resistir para mantener el cero en portería y mantenerse en partido. Y uno de los puntos fuertes en ese momento fue Virgil Van Djik.
El neerlandés, que se llevó el premio al MVP del partido, fue la piedra angular que mantuvo la estructura del Liverpool ante el asedio del Inter de Milán. Su actuación es una más dentro de años pletóricos en los que se ha consolidado como uno de los mejores del mundo en su posición.
Imperial en cada acción. Corrigiendo los errores de sus compañeros en las fases sin pelota e imponiéndose ante sus rivales en todo momento. Acompañado de un gran Ibrahima Konaté, Van Dijk fue una muralla para un equipo que hizo uno de sus mejores partidos de los últimos años en la UEFA Champions League.
El central ganó 5 de 7 duelos aéreos, completó 50 de 53 pases (clave ante la presión alta del rival), entró 7 de 8 pases largos, 7 despejes (clave para proteger el área ante los centros del Inter), interceptó 3 balones y participó en la jugada del gol de Mohamed Salah, que ha decantado la eliminatoria para el lado red.