El Santiago Bernabéu ya se prepara para la remontada ante el PSG con su primer lleno desde el pasado 1 de marzo de 2020, fecha en la que el Madrid y el Barcelona se enfrentaron en el Clásico justo antes de que la pandemia irrumpiera como un estruendo en el planeta. Luego llegaría el parón, la obra, la mudanza a Valdebebas y un regreso a casa que por culpa de los andamios y las restricciones ha reducido la presencia de aficionados en las gradas del Bernabéu. Hace dos años del último lleno en el Bernabéu, que volverá a recuperar casi todo su esplendor en la Champions.
Ni cuatro horas han durado las últimas 6.000 entradas a la venta que ha puesto el Real Madrid para el duelo ante el PSG del próximo 9 de marzo. En total, 60.000 espectadores estarán en las gradas con esperanza de que alguno más pueda entrar si se logran habilitar algunas gradas aún inutilizadas por las obras. Depende de los permisos y las licencias, puesto que no sólo se trata de que las gradas estén listas, sino de que se cumplan los protocolos de seguridad en lo que accesos, escaleras y hasta servicios se refiere. El Madrid intentará que pueda entrar el mayor número de aficionados posible, pero siempre y cuando la seguridad lo permita.
La certeza ahora mismo es que ya no hay entradas a la venta. Todas las que se han puesto a disposición de los aficionados a través de los canales oficiales de venta se han agotado en tiempo récord. Y es que los precios eran elevados, en una horquilla entre los 100 y los 410 euros. «Hacía mucho tiempo que no había tanta expectación con un partido de fútbol», aseguran desde el Santiago Bernabéu, convencidos de que el estadio lucirá un aspecto espectacular pese a las obras. No hay duda de que será una caldera.