El Real Madrid ha modificado sus planes. Los blancos han decidido aparcar la contratación de un nuevo zaguero y centrarse en las negociaciones destinadas a concretar el desembarco de un futbolista que refuerce su sala de máquinas.

El cambio responde a dos factores. El primero tiene que ver con la falta de un escudero para Casemiro, el único jugador de la primera plantilla que ahora mismo no cuenta con un recambio de garantías. Y el segundo, con el hecho de que los dirigentes no ven nada claro gastar dinero en el fichaje de un central que impulse una demarcación para la que ya cuentan con tres especialistas de primer nivel: Éder Militao, David Alaba y Nacho.

Tal y como explica Defensa Central, los de Chamartín tantearon en su momento a Antonio Rüdiger, defensa alemán que acaba contrato con el Chelsea este verano. Aunque resulta atractivo por poder cambiar de aires sin necesidad de invertir euro alguno en su traspaso, los madrileños han descartado finalmente su fichaje por las altas comisiones que implica y el deseo del teutón de cobrar nada menos que 20 M€ por curso.

A día de hoy, los de Concha Espina han priorizado la contratación de Aurélien Tchouaméni. El francés, de solo 22 años, ha experimentado una notable progresión desde que accedió a la primera plantilla del AS Mónaco y se ha consolidado ya como uno de los mediocentros más solventes del panorama europeo. Según Mundo Deportivo, su fichaje está muy avanzado y podría hacerse efectivo por unos 50 M€.