En el encuentro en que el PSG empató 3-3 contra el Estrasburgo, Neymar fue una de las figuras, detrás de Mbappé. El brasileño se mostró muy activo y fue autor, por ejemplo, del pase en el primer gol de Mbappé, el empate parcial 1-1. Un pase profundo terminó siendo una pelota envenenada para los rivales y Mbappé liquidó todo en cuestión de segundos.
No obstante, pese a que jugó bien Pochettino decidió sacarlo y esto no le gustó. Su cara de desacuerdo se podía ver. El DT bien podría haber sacado a Messi, que tuvo un flojo partido al estar la mayor parte estático.
El que pagó los platos rotos fue Neymar y le dio su lugar a Di María, que está encarando estos últimos partidos en un rol de suplente total en el PSG, a sabiendas de que no seguirá la temporada que viene. Neymar, pese a la cara larga, tuvo su cuota de ironía cuando le dedicó un beso a la afición local, que no paraban de silbarlo y gritarle cosas. Los hinchas del Estrasburgo, pese a ser de un equipo chico, mostraron su pasión en los 95 minutos al cantar y animar sin parar.
Neymar lo sufrió pero puso su lado de humor. Se dice que el brasileño está en la rampa de salida, que el PSG quiere venderlo y hasta se filtró un posible precio a pagar por él: 90 millones de euros. Un poco alto para el nivel general que mostró en este curso 2021-22, en donde anotó 11 goles y dio 8 asistencias en apenas 26 partidos.