El partido por los cuartos de final del Mundial de México de 1986 entre Argentina e Inglaterra (triunfo argentino 2-1) tuvo muchas cosas especiales, sobre todo del lado de Argentina: la actuación memorable de Maradona, sus dos goles y, más que nada, la camiseta con la que los albicelestes jugaron, que vistieron de azul en aquella tarde. No era la camiseta azul que venían usando sino un modelo de emergencia que se confeccionó especialmente para ese encuentro, para combatir el calor de la Ciudad de México.

Tras el partido la prenda que Maradona usó en el segundo tiempo, con la que hizo los dos goles, fue intercambiada por la leyenda argentina con un jugador inglés, quien la tuvo durante muchos años hasta que la dio para ser subastada. Ahora, con el récord de casi 9 millones de dólares pagados, la camiseta volvió a estar en boca de todos.

Pero a diferencia de lo que se podría pensar, no todos tienen un buen recuerdo de la prenda. El que fuera el portero y capitán de esa Inglaterra que jugó contra Argentina, Peter Shilton, ninguneó el simbolismo de la camiseta y hasta dijo una frase de desprecio hacia ella, demostrando que todavía está muy dolido por la derrota.

«No hubiera cambiado (camisetas) con Maradona ni por todo el té en China por lo que pasó ese día. Ni siquiera la usaría en la casa, ni siquiera para lavar los platos en mi bungalow» exclamó para el matutino sensacionalista The Sun. Shilton quedó dolido no sólo por perder, sino por el primer gol de Maradona, el cual fue con la mano, aunque desconocer la calidad del 10 de Argentina después de tantos años resulta un poco fuerte.

Shilton, recordado portero que logró dos Champions League entre 1979 y 1980 con el modesto Nottingham Forest FC, agregó que de saberlo en su momento, habría roto la camiseta: «Si yo y algunos de los otros jugadores hubiéramos sabido que Hodgey tenía la camiseta de Maradona en el vestidor, no lo hubiese logrado. En el fervor del partido, la habríamos roto en mil pedazos, y apuesto a que Hodgey está feliz ahora que no hicimos eso. Él sabía lo que estaba haciendo cuando no nos dijo que lo tenía».