Al igual que lo hizo siempre en Colo-Colo, Solari le dedicó los gritos de gol a su abuelo materno, Feliciano, de extensa carrera militar. El jugador de 21 años lo llegó a conocer por poco, ya que falleció cuando él era muy chico, pero nunca dejaron de contarle cosas. De grande, y ante un Monumental repleto, lo sigue homenajeando.
La mano a la sien por duplicado no fue todo. El puntazo también lanzó una «E» al aire correspondida a su abuela materna, Elva, quien atraviesa un problema de salud. Después del partido, el jugador dio más detalles: «Mi abuela está internada, me encantaría estar abrazándola».
Fuente Ole