Por Quique Monleón
El equipo del sur de Madrid parece no haber dado con la tecla en su vuelta a la segunda división. Los de Fran Fernández, pese a sumar victorias de mérito (Real Valladolid y Real Zaragoza), se mantienen en la zona roja de la clasificación concediendo mucho y dejando escapar ocasiones que serán de valor en el mes de mayo.
No son tiempos fáciles en el suroeste madrileño. El Alcorcón, equipo capitolino que subió merecidamente tras vencer al Castellón en playoff el pasado año, no ha logrado establecerse a una segunda división que abandonaron de manera estrepitosa hace ya dos temporadas (siendo último con tan solo sumando 6 victorias) Tras una genial temporada en 1RFEF, donde la experiencia en la élite presente en la plantilla alfarera, pudo sostener al equipo en las primeras posiciones desde el comienzo de la temporada llevándolo a ascender heroicamente ante un Castellón que no pudo hacer frente al encuentro en Santo Domingo.
Llegada la temporada, el proyecto continuista parece haber condenado a un Alcorcón que, pese ascender e ingresar beneficios por la hazaña realizada la pretérita temporada, ha seguido confiando (en gran parte) en el bloque que le llevó a lo logrado (donde la mayoría de órganos del once supera la treintena sumándole futbolistas que se unieron al equipo durante la estancia en 1RFEF y no están establecidos al ritmo infernal de la segunda división). Podemos decir que al Alcorcón y concretamente sus jugadores les está pesando ese ritmo infernal de idas y venidas además de lo establecidos que están los equipos en la segunda división.
Este concepto no solo está pasando en la entidad del “alcorconazo”: obviando el buen inicio del Racing Ferrol (quien llegó a coquetear los puestos de play off las primeras jornadas) tanto Eldense como Amorebieta están padeciendo el correcaminos que es esta liga y lo equitativos que pueden llegar a estar esos equipos ya acostumbrados y establecidos a la categoría de plata (incluso el Andorra o el Villarreal B, que acabó más que bien la anterior temporada, concede y padece como si de un recién ascendido se tratase (lo normal al ser un filial).
Entre los puntos a destacar del bajo nivel mostrado por el Alcorcón no es otro que la falta de efectivos provenientes del banquillo. La segunda división está caracterizada por ser una liga donde o tienes buen fondo de armario para no caerte en los minutos finales o literal eres engullido siendo 5 los partidos (Mirandés, Leganés, Racing Ferrol, Levante y Albacete) los partidos donde a los del entrenador almeriense le han dado golpes tumbándolos y así dejándoles sin sumar de tres.
Es por ello que al Alcorcón no les quedará otra que añadir efectivos a una corta que no está dando efectuando todo el potencial que jugadores como Javi Lara, Chema o Mosquera (que han llegado a disputar la primera división) podrían llegar a dar.
Todo está por ver para un Alcorcón que puede sobrevivir o congelarse en un invierno FUNDAMENTAL para los madrileños.