Quique Monleón Ciurana
Un Sorloth espectacular (que podría haber acabado con hat-trick) permite soñar a un Villarreal que ya está del todo sumido en la pelea por Europa a falta de 5 jornadas. El Rayo, que venía de finiquitar su presencia en la liga EA SPORTS para la temporada próxima, cae ante un submarino amarillo que podría haber endosado un buen saco de goles al equipo madrileño.
Sumergidos ya del todo en la recta final de competición, Villarreal y Rayo Vallecano llegaban al encuentro correspondiente a la jornada 33 con dinámicas totalmente adversas: Los amarillos, que rascaron los 3 puntos en los últimos periplos del encuentro ante el Almería, recibían a su gente con el ansía de ganar para así mantenerle el pulso a Valencia y Betis por esa plaza que llevará a uno de los 3 equipos a la UEFA Conference League la próxima campaña. Se preveía buena entrada en el estadio groguet en la tarde gélida de hoy, calentando los jugadores, manadas de aficionados buscaban su asiento para presenciar el duelo ante un Rayo Vallecano que venía de resurgir ante su afición frente a un Osasuna que veía en el estadio de Vallekas sus aspiraciones dinamitadas a la hora de entrar a Europa que y al parecer, quedará entre los tres clubes ya nombrados: Betis (conjunto que parece tener todas las papeletas para hacerse con la plaza), Valencia y el propio Villarreal.
A falta de media hora para empezar el encuentro, ya podíamos conocer de primera mano los 22 protagonistas del encuentro de hoy, alineaciones que traerían sorpresas siendo la más notable la suplencia por parte de Gerard Moreno que dejaba su hueco en favor de un Guedes al que le está costando acoplarse al sistema del que ya fue su entrenador y el que sacó su mayor potencial hace cosa de un lustro.
Por parte del Villarreal, salía el incambiable Jörgensen bajo los palos, Femenía, Albiol, Mosquera y Alberto Moreno (quien cuajó un buen partido en Almería la semana pasada al igual que Akhomach), Parejo, Comesaña y Baena por banda izquierda mientras que arriba para los goles encontraríamos a un Guedes con ganas de demostrar que conserva ese olfato visto en Valencia y Sorloth (faltan vocablos para describir lo buen jugador que es)
De lado del Rayo Vallecano, Iñigo Pérez sacaba una vez más a Dimitrievski a jugar, portero al que le van a llover ofertas este próximo verano, Ratiu, Lejeune, Mumin y Pep Chavarria por banda izquierda. En la sala de maquinas encontraríamos a un novedoso Miguel Crespo junto a Pathe Ciss acompañados desde la bandas por Isi Palazón y Jorge de Frutos mientras que arriba con la pólvora se encontraba Camello junto a Unai López.
Echado el balón a rodar, las nubes ocuparon el cielo de Vila-Real, avisando que de un momento para otro el campo podía quedar encharcado. En lo que a juego se refiere, los de Marcelino salieron valientes al encuentro, y llegados a casi el ecuador de la primera mitad, el control del partido y la posesión se vio desembocado en el primero de los goles de la tarde de hoy, antes de ello, el Rayo hubo tenido sus oportunidades, donde la rigidez defensiva presentada una fecha más por Albiol (quien como el vino, parece ser mejor con los años) y que dejó las internadas rayistas en nada. En lo que al gol se refiere, el aliciente clave a que ese pudiese materializarse fue el juego directo con balón: los locales cogieron el balón en su propio campo y Baena, uno de los mejores asistentes del club de la cuenca del Millares, sirviese en bandeja a un Sorloth que alcanzaría los 16 goles gracias en parte a uno de sus mejores aliados.
Y, cuando alguno todavía se encontraba con la resaca del primer gol, llegaba Sorloth y metía otro (o casi) y es que y tras una buena jugada de Ilias Akhomach por banda derecha, al noruego solo le quedó que empujarla, materializando un gol que quedaría en nada tras encontrarse el delantero escandinavo (quien seria protagonista por un balonazo en la cabeza a Pathe Ciss minutos después al gol) en un fuera de juego muy justo. Pese a que no subiese al electrónico, el Villarreal seguía mandando, ganándose la aprobación de la gente y, por el momento, estando a tan solo 2 puntos de la octava posición ocupada por un Valencia que y como el Rayo estaba haciendo en la primera parte, sucumbió en el coliseo amarillo.
Cumplidos los 45 minutos de juego y tras un final de primera parte donde el Villarreal buscó adormecer el encuentro a causa de la superioridad en el marcador, 3 serían los que se disputarían como añadido, dejándonos una tímida llegada a área por parte de un Rayo que había perdido el norte una vez encajado el gol y que tendría que remar y mucho si buscaba sacar algo en positivo durante la segunda parte. 45 minutos era lo que separaban de estar a 2 puntos de la octava plaza a un Villarreal cómodo, tranquilo con balón y que no se lanzaba a crear tantas ocasiones puesto que no veía en riesgo su partido.
Tras una kiss cam que despertó los olés en la grada de la Cerámica, el fútbol volvía al epicentro de la ciudad de Villarreal dejándonos esta segunda parte con un protagonista, que no iba a ser otro que González Fuertes, árbitro del encuentro de hoy que despertó la furia de la tribuna grogueta a causa de lo muy permisivo que fue con los jugadores de la franja (Rayo), a los que pareció dar barra libre en lo que al cuerpo a cuerpo se refiere disgustando a los aficionados que veían en cada entrada por parte de un jugador del Rayo, una ocasión menos para su equipo en el momento de hacer gol. En cuanto a fútbol, las ocasiones no cesarían y es que Baena la tuvo, Alberto Moreno también incluso Sorloth volvería a meter gol (en fuera de juego) pero no seria otro que Mosquera, central del conjunto amarillo quién solo tendría que poner la cabecita para dirigir el centro puesto por un Baena que y por mucho que no meta goles, aparece siempre ya sea creando ocasiones de peligro o sirviendo en bandeja a sus compañeros.
Si con el 2-0 el jolgorio estaba servido en el graderío, el 3-0 fue ya fue la traca final y de la mano como no de un Sorloth que depositaba su gol 17 en el casillero redimiendo así los dos goles quedados en vano por el fuera de juego. Goliat ganaba a David en un partido con un único color donde se notó desde el inicio que una marcha más llevaba el equipo comandado por Marcelino y que los 3 puntos se debían quedar en casa si por Europa se quería seguir luchando. Cuánto ha cambiado el cuento en Villarreal: de darse por aspirantes a pelear el descenso a mediados de noviembre, a depender de si mismo a la hora de pelear por Europa siendo el principal causante sin duda un Marcelino que ha devuelto la fiabilidad tanto ofensiva como defensiva al equipo el cual parece tener un once ramificado y establecido al que no le cuesta ser dominador de los partidos. Además de ello, el entrenador cántabro hace mejores a sus futbolistas: Jörgensen es mejor portero que el año pasado, Sorloth es DEMASIADO fiable, Comesaña está a nivel de selección, todo esto lo ha hecho un Marcelino que pese a su longeva carrera, descubre y hace crecer a sus pupilos.
Y, tras 4 minutos de descuento donde ya se veía un Rayo falto de ideas y al que hoy no le entraba nada, Baena se disfrazaría nuevamente de mago dejando dos caños y sirviendo en bandeja a un Pedraza al que se le fue por encima de la portería de un Rayo que había izado la bandera blanca.
sonaban los 3 silbidos del árbitro y el Villarreal ya ponía la cabeza en Balaídos, campo complicado donde se buscará seguir afianzándose a esas plazas de mérito en la clasificación mientras que el Rayo, ya salvado, recibirá al colista Almería en un partido obligatorio de ganar.