Quique Monleón Ciurana
El próximo lateral izquierdo del Real Madrid podría estar en Múnich. Alphonso Davies (23), demostró en la noche de Champions de ayer que es un futbolista que está para un proyecto más grande que éster Bayern a la deriva estando el destino del jugador de origen ghanés en el campo donde ayer disputó sus segundas semifinales de Champions, el Santiago Bernabéu.
Pese a que la actuación ayer por parte del Bayern München dejó mucho que desear, mostrando por enésima vez lo que se está viendo en la Bundesliga: un equipo sin ideas y que se viene abajo cuando concede un gol, muchos fueron los nombres quedados en la retina de los casi 90.000 que poblaron el Santiago Bernabéu desde inicios de la tarde. Neuer, de Ligt, Kimmich… muchos brillaron pese al bajo nivel mostrado en conjunto por el Bayern pero hubo uno que lo hizo mucho más que los nombrados: Alphonso Davies.
El futbolista canadiense, que ha visto decrecer su número de minutos en una temporada donde al Bayern le han cortado los colmillos; saltó al terreno de juego la noche de ayer una vez pasado el ecuador del primer tiempo, en favor del lesionado Serge Gnabry, que dejó el puesto en favor de un futbolista que y con los años, ha ido al alza a causa de sus cualidades que, más que de un jugador de la parcela defensiva, ayer nos recordó al mismísimo Franck Ribery, siendo un futbolista eléctrico, decantado por la parcela ofensiva mostrando desparpajo, llegada a línea de cal y un golpeo propio de ese escurridizo futbolista francés que maravilló casi una década al conjunto por excelencia en el país teutón.
Criado en la cantera del Vancouver Whitecaps, llegó a la cantera bávara en 2019 como apuesta de futuro aunque no dudaría ni una temporada en las filas del segundo equipo del Bayern siendo Hansi Flick quien le daría la oportunidad con el primer equipo, remplazando a un David Alaba, peso pesado del vestuario por aquel entonces y quien había sufrido un cambio físico radical, llevándolo a desenvolverse mejor como central dejando así el carril izquierdo libre para un Davies que no habiendo aún cumplido su primera campaña completa con el primer equipo, no solo se metería a su afición en el bolsillo si no también a aquella que tenía delante ayer, a la del Real Madrid.
Y es que Alphonso Davies se puso al madridista en el bolsillo prontamente puesto que el canadiense fue uno de los partícipes del más que histórico 2-8 que endosó el Bayern al Barça en el preludio de lo que significaría la 6 copa de Europa para el conjunto dirigido por el que hasta hace no mucho era director técnico con un Alphonso Davies que estuvo de dulce y atrajo todas las miradas por la facilidad pasmosa que tenía a la hora de rebasar futbolistas y percutir en una zaga barcelonista que caía como castillo de naipes aquella noche en Lisboa. Además del buen partido en lo físico, donde enseñó que era el claro ejemplo del lateral moderno: uno que tiende a olvidarse de defender para lanzarse al ataque aprovechando la velocidad que en esta tipología de futbolistas reside, dio en bandeja el quinto gol a un Kimmich que solamente debió empujar un esférico conducido por el jugador de Canadá, quien recorrió gran parte del terreno culé, colándose en área rival mediante una soltura propia de extremo. Si ya con el partido brindado en ambas facetas le sirvió para ganarse el corazón de los anti barcelonistas, la asistencia fue la guinda a la primera gran noche de un Davies que podría saborear la orejona en la misma ciudad de Lisboa donde y no hacía muchos años, el Real Madrid se coronaba como campeón de su décima copa de Europa gracias a una anotación en la misma portería donde llegaron gran parte de los goles bávaros.
Tras el buen final de campaña en la que era su primera temporada en la élite, donde pasó de ser un completo desconocido procedente de Canadá que se había colado de incógnita en el once titular de uno de los mejores equipos del mundo y la participación suculenta en la última Champions levantada por el Bayern, Alphonso Davies se volvió un indiscutible para todo aquel que ocupase el banquillo del club alemán. Primero con Flick, luego con Nagelsmann y ahora con Tuchel (en menor medida puesto que al canadiense parece haberle ganado la partida Mazraoui a pierna cambiada), todos optan por este característico lateral que ayer sorprendió a todos, no por su suplencia (a la que ya nos tiene acostumbrados esta temporada puesto que tan solo ha jugado 27 de los 32 partidos que y hasta la fecha, se han jugado en Bundesliga) ayer demostró que es un futbolistas más que óptimo para esa titularidad que se le ha sido usurpada entrando aquí en escena el Real Madrid.
Entra en escena el Real Madrid puesto que y desde la salida de Marcelo, el club blanco no ha sido capaz de suplir el vacío dejado por Marcelo tras una década defendiendo la casaca madridista. Muchos laterales han pasado por la banda izquierda del feudo de la Castellana: Theo Hernández, Ferland Mendy, Fran García… nombres que desprenden calidad pero que se han quedado lejos de ser futbolistas que fueran a marcar una época en el carril de Concha Espina, saliendo aquí el nombre de un Davies que en el lustro que lleva en el Bayern, donde ya casi ha disputado 200 partidos, ser una opción REAL para el futurible Real Madrid construido entorno a Bellingham y Vinicius Jr, jugadores de una calidad desorbitada y que, por ello, necesitan verdaderas estrellas para hacer de la Copa de Europa, una dictadura merengue nuevamente.
Con un valor de 60 millones y capacidades más que de sobra para marcar una época en el fútbol europeo, el Real Madrid lleva siguiendo la pista del futbolista cual país está cruzando el charco más de un verano, siendo este futuro verano y tras una operación salida donde el mismo Mendy podría salir (puesto que Fran García es canterano y recién fichado) dejando vía libre a que el Real Madrid siga haciendo crecer lo que parece ser el “remix” de los galácticos y que apunta a dominar Europa y España con mano firme.
¿Llegará Davies al Real Madrid? ¿Es el momento para traerlo? ¿Cuánto pagará el Madrid por él?