Quique Monleón Ciurana
Gündogan es uno de los prodigios del Manchester City campeón de Europa. Tras una temporada en el FC Barcelona, el futbolista alemán de origen turco ha vuelto al Manchester City donde en 3 jornadas, ha sumado 131 minutos (entre ellos, un partido completo). Pese a parecer buenos números, el jugador ha vuelto a la que considera su casa, un tanto renqueante en lo que a ritmo de juego se refiere, saltando las alarmas en un Manchester City que espera del jugador aquel que capitaneó al club del Etihad a coronarse campeón de Europa y de la Premier hasta en cinco ocasiones.
Pese a que el futbolista se ha hecho nuevamente con un hueco en el once titular del conjunto skyblue, le está siendo costoso el reencontrarse con el ritmo de competición que requiere una liga con tantas idas y venidas como es la Premier League. El jugador germano fue titular en el partido ganado ante el Brentford, donde se vio a un Ilkay lejos del nivel mostrado antes de partir a Barcelona hace una temporada. Guardiola, antes de «tirar la toalla» con el futbolista, se decanta por confiar en el que ha sido uno de sus prodigios desde que aterrizó en Manchester en 2016 (mismo año que el club fichó al jugador germano).
La vuelta de Gündogan a Manchester no está siendo como el cuento de hadas que esperaba tanto afición como jugador, el cual, pese a haber sumado su primera titularidad con el club mancuniano el pasado fin de semana, no se encuentra tan cómodo ni entra tanto en contacto con balón como bien nos tuvo acostumbrados en los casi 10 años que estuvo el jugador alemán (antes de partir hacia Barcelona) en las filas de un Manchester City que no pierde la paciencia con el que es uno de los hijos pródigo del combinado del Etihad Stadium.
La principal razón por la que el alemán podría haber perdido ese “feeling” con el juego del Manchester City no es otro que y a causa de su estancia en Barcelona donde, y a pesar de practicar un juego parecido al del conjunto “skyblue”, el fútbol practicado por España y más por el Barça, es de una tonalidad más pausada que el ritmo frenético que se ve en la Premier League, de ahí una de las razones por las que el futbolista ex del Borussia Dortmund llegaba tarde a los duelos o simplemente a por los envíos en largo que le brindaban sus compañeros, por el hecho de haberse acostumbrado al juego de un país como España donde el centrocampista es está expuesto a un ritmo frenético como el de Guardiola, donde el ser un jugador del centro del campo es la tarea más complicada al tener que abarcar gran cantidad de terreno de juego desenvolviéndose éste tanto en ataque como defensa.
Al ser uno de sus expresos deseos, Pep Guardiola, uno de los entrenadores más laureados de la historia, no tiene prisa con la readaptación del futbolista de ya 33 años. El catalán conoce más que de sobra cómo es el futbol practicado en Barcelona y defiende que no hay nada que reprocharle a un Gündogan que ha sido la batuta de su Manchester City campeón y al que espera entrenar algo más del año que le queda de contrato a Gündogan, que ha vuelto a Manchester con el objetivo de hacer perdurar un legado que ya ha dado sus pistoletazo de salida con los 131 que ya ha disputado en una Premier League que ansía volver a ver el mejor nivelo del posiblemente mejor alemán que ha pasado por la competición. ¿Cómo le irá a Gündogan en su segunda etapa en Manchester?