En un partido trabado, Laferrere e Ituzaingó empataron 1 a 1 por la cuarta fecha de la Primera C.
Día viernes y comienzo del fin de semana en toda la República Argentina. Esto generalmente marca el inicio de una nueva fecha de la Superliga, o de la B Nacional. Pero ante las exigencias del calendario FIFA y de la Copa Argentina, ninguna de las dos categorías v funcionar durante estos días.
Eso sí, las de más abajo, tienen un correcto funcionamiento.
La calurosa tarde se inició con una serie de partidos de la Primera C. En uno de ellos, en el Gran Conurbano Bonaerense, Laferrere recibió a Ituzaingó por la fecha 4.
Un encuentro que tenía a dos equipos que empezaron la temporada sumamente irregulares, y que además de eso no tuvieron una campaña anterior que haya sido, por lo menos, rescatable. Aunque toda la exigencia era para el local. Y el público lo hacía sentir desde el inicio. No importaba que el sol de la tarde deje ciego a cualquiera que estuviese expuesto ante él, los hinchas sabían que había que recordar que no podían perder. Y así empezaron y no se detuvieron en todo el encuentro.
D’Angelo , el técnico del villero, siguió probando con su experimental línea de 3 y una línea de 5 mediocampistas. Quizás la poca vocación defensiva que tenían los volantes de las bandas fue la causa principal por la cual, Kevin Arroyo hizo un picnic con todo el sector derecho. Se proyectó, ganó y pasó al ataque infinitas veces. Eso sí, con un poco más de maña que de técnica. Esa fue la carta ofensiva más importante de Ituzaingó.
Por el otro lado, Lafe apostó a su mediocampo. En los pies de Diego Sequeira o Walter Godoy asomaban los primeros disparos al arco que fueron despejados por un inseguro Matías Lescano, que recurrió a los dos tiempos para hacerse con el control de la pelota.
Además de eso, en la primer etapa, no hubo mucho movimiento en las áreas. La razón principal es el abuso del pelotazo. Un recurso que suele ser muy usado en esta categoría. Ambos clubes buscaban a sus respectivos números nueve. Pero de a momentos era un “que la agarre el que pueda”.
Para esta instancia, en las tribunas se esbozaron los primeros murmullos cada vez que la defensa tenía algunas dudas, o si no encontraban destinatario después de tirar larga la pelota.
Los reproches continuaron durante el complemento. Ahora con más intensidad, porque los minutos pasaban, y el Placard seguía vacío. Nahuel Planas tuvo una ocasión muy clara con un cabezazo a quemarropa que se encontró con el cuerpo de Lescano.
El punto cúlmine de la paciencia de la hinchada se sintió a los 26 minutos de la segunda etapa, un error en el fondo, le dejó servida la pelota al Tanque Godoy quién se la picó con exquisitez y clase a Blázquez para poner el encuentro uno a cero a favor de Ituzaingó.
Tal vez era necesario un poco más de presión para que se revirtiera la historia. Eso no pasó. Pero si se encontró una reacción cuando minutos después uno de los cientos de centros que cayeron al área, se cruzó con Méndez que definió algo esforzado, pero al fin y al cabo llegó al gol.
La igualdad del partidO le exigió más a Laferrere. Los tres delanteros en cancha se amontonaban en el área rival. Buscaron segundas jugadas o pescar el triunfo. Pero estaban solos. No llegaba clara la pelota. Y por eso mismo, con ese resultado, el cotejo terminó.
Un empate que no sabe a Victoria para ninguno de los dos. Primero porque para Ituzaingó no le sirve nada, ni para meterse arriba, ni para acomodarse en la división. Por el lado de Lafe, sigue estirando la mala racha que tiene como local (el único triunfo fue 1-0 ante Central Córdoba) y de continuar con el bajo nivel, va tener que empezar a mirar de reojo la tabla de promedios. Ojo, la historia recién comienza en la categoría, pero nunca es mal momento para despertarse y reaccionar.