Una situación escandalosa se vive en el fútbol argentino. Un club de los torneos de ascenso denunció a futbolistas de su equipo, involucrados en el cobro de apuestas deportivas ilegales y que fueron acusados de jugar a menos en siete partidos. La situación desembocó en trompadas en un vestuario y en rescisión de contratos de algunos jugadores.
La comisión directiva de El Porvenir, que milita en la primera C, realizó la denuncia ante una comisaría de Lanús para que la Justicia investigue quiénes son los deportistas involucrados. El propio presidente, Enrique Merelas, realizó la presentación este lunes, y según se señala en el escrito, el día anterior hubo una pelea en el vestuario entre jugadores del propio equipo. Además, la dirigencia publicó un comunicado en referencia a los hechos.
El incidente comenzó luego de que el arquero Diego Córdoba fuera a hablar con el máximo dirigente de la institución de Gerli para comentarle lo que estaba sucediendo con algunos compañeros. En primer término, El Porvenir desafectó a cuatro futbolistas presuntamente involucrados, pero habría más. Ellos habrían recibido dinero en las siete fechas que transcurrieron del certamen de la primera C, por hacerse goles en contra o por tirar la pelota a un córner una determinada cantidad de veces.
El tema explotó luego de que varios jugadores confesaran que habían cobrado dinero; ellos fueron echados del camarín por los compañeros que no habían participado en la estafa. Hasta el momento, el equipo no ganó ningún encuentro y marcha último, con dos unidades al cabo de las siete jornadas. Según testigos, en esos partidos existieron situaciones confusas o poco comunes y eso habría sido el detonante de las sospechas.
En diálogo con el canal TN, el abogado del club. Luis Parieti, que además es asesor personal del presidente Merelas, dijo: “Nunca en mi vida vi esto. Es muy grave y en el club no podemos creer lo que sucedió. Estamos muy mal. Y ya hicimos la denuncia en la comisaría y llevaremos el tema al tribunal de disciplina de AFA”. El letrado explicó cómo comenzó la situación: “El arquero Diego Córdoba nos contó que a sus compañeros les habían ofrecido plata para que se dejaran hacer goles y hasta por tiros de esquina. Se habla de 100.000 pesos, aunque algunos cobraron sólo 12.000”.
Según la denuncia, uno de los jugadores denunciados sería el nexo con los apostadores ilegales, y en principio era el que le decía al resto de los involucrados lo que debía hacer. “Este futbolista ya no está en el plantel. Le rescindimos el contrato”, destacó Parieti. Y agregó: “Si el tribunal de disciplina comprueba que los jugadores recibieron dinero, no van a poder jugar más, en la Argentina ni en ninguna parte del mundo”.