Quique Monleón Ciurana
Al escuchar la palabra “Lezama” se nos viene a la cabeza ESENCIA, una esencia presente en el Athletic Club, una entidad única mundialmente por contar en sus filas con solo jugadores de la calaña bilbaína, sustraídos de la fábrica que tienen por cantera, una cantera que no ha dejado de dar alegrías al club norteño y fundador de la liga española.
Uno de los últimos en sumarse al karaoke athleticzale es Unai Gómez quien con melena de Julen Guerrero y rugido de león, viene pisando fuerte y con ganas de asentarse con un Valverde que le declaró instrasferible empezada la temporada, puesto que el jugador de Bermeo disputó minutos de oro, entre ellos, un partido contra el Celtic donde materializó su primer gol con el club de sus amores. Dentro del campo podemos encontrar a Unai Gómez en el medio del campo, posición que, pese a estar poblada con gente de calidad (desde Vesga a Ruiz de Garraleta pasando por Muniain o Sancet), el joven de 2003 ha podido contar con minutos más que válidos llegando a ser titular contra el Real Madrid en la primera jornada, un duelo que muchos de su edad sueñan con jugar y la tercera jornada donde caería su primer gol oficial el cual sería el que certificaba la victoria contra el Real Betis y en la catedral: mejor escenario imposible para un Unai que busca asentarse aún no teniéndolas todas de cara.
Definiríamos a Unai Gómez como un jugador más ofensivo que defensivo, su demarcación idónea sería la de mediapunta (dejando así de interiores/pivotes a los Ander Herrera, Galarreta y Vesga) y mirando más hacia portería contraria que al repliegue. Se le ha visto campando la frontal del área (desde donde llegó su gol en pretemporada) esperando que lleguen rechaces o segundas jugadas donde mostrar el buen disparo que tiene con su pierna derecha. Todo está por ver para un Unai Gómez que ya es uno más en el primer equipo pese a su edad.
Qué Valverde haya decidido no enviarlo cedido es sinónimo que este futbolista aportará a favor de un Athletic que de una vez por todas buscará esa ansiada plaza europea que devuelva a San Mamés esas noches europeas que tanto se anhelan el sector rojo euskaldún del País Vasco.