En cualquier caso, sin importar el nombre y el color de camiseta, que un futbolista deje el entrenamiento y se vaya del club enojado antes del final de la jornada de trabajo siempre llama la atención. Más cuando no parece haber una lesión de por medio. Pero cuando ese jugador es Agustín Almendra, una joya en bruto que pasó por varios problemas y conflictos en su corta carrera en Boca, el ruido que hace es muchísimo mayor.

En el trabajo táctico de este lunes por la mañana, en el cual el técnico Sebastián Battaglia paraba un equipo para el debut del miércoles ante Central Córdoba de Rosario en la Copa Argentina, Almendra ni siquiera formó parte de la formación alternativa que eligió el DT (García; Mancuso, Figal, Ávila, Sandez; González, Rolón, Romero; Salvio, Vázquez y Zeballos) y fue a parar para el lado de los juveniles de la Reserva y otros suplentes como Cristian Medina y Nicolás Orsini.

Claramente con bronca acumulada luego de no tener lugar en este 2022 y de quedar el sábado afuera del banco, Almendra se mostró de muy mal humor, y tuvo varias discusiones y enojos con sus compañeros de la práctica. Ante esto, Battaglia intentó calmarlo en cada oportunidad, pero recibió una mala respuesta y entonces decidió sacarlo de la práctica.

Pero la historia no terminó ahí. Cuando dejaba el campo de juego, el mediocampista volvió a cruzar a Battaglia y le soltó una bomba: cuestionó su capacidad y liderazgo, y puso en duda su conducción, como si no fuera él quien arma el equipo. Y se generó una fuerte discusión delante de todos. De esas que difícilmente tengan retorno.

Los titulares que estuvieron el sábado ante Independiente, que no estaban en el ensayo pero sí se encontraban en el predio realizando otros trabajos, se acercaron e intentaron calmarlo, pero «apoyaron al técnico», según informó el diario deportivo Olé desde el predio. El juvenil terminó yéndose del club.