Redactado por Abraham Medina Salas
La tacita de plata ha sido testigo de la onceava jornada de LALIGA EA Sports. Esta vez en un nuevo choque entre dos de los equipos andaluces más destacados de la máxima categoría del fútbol español.
Ambas entidades, con objetivos muy diferentes, han disputado un partido protagonizado por el particular ambiente del estadio Nuevo Mirandilla. Aficionados gaditanos y sevillanos llenaron las gradas del antiguo ‘Carranza’ para animar a sus respectivos clubes en un partido regido por la alta intensidad.
Saltaban los protagonistas al terreno de juego y después del mítico ‘Me han dicho que el amarillo’, comenzó a rodar el esférico sobre el césped. Desde el primer instante se pudo apreciar la peculiar rivalidad que caracteriza a este tipo de enfrentamientos.
Los primeros compases del enfrentamiento fueron dados por el conjunto de Sergio González que rápidamente estrenaron el luminoso con una definición excelente de Chris Ramos en el 8′, introduciendo el balón dentro de la portería de Nyland.El Cádiz CF seguía amenazando al guardameta de la entidad rojiblanca mediante constantes contragolpes por ambas bandas, que terminaban en un asedio preocupante para los hombres de Diego Alonso.
De hecho la alta presión del Cádiz podría haber sido un hilo de esperanza para los de Nervión, hasta que en el 28′ Darwin Machís anotaba el segundo para el equipo local. Por el contrario, el equipo hispalense tratando de remar a contracorriente trató de esperar su oportunidad en posibles espacios en la línea de defensa gaditana. La ansiada ocasión llegó con un remate de Sergio Ramos que recortaba las distancias, pero la jugada quedó invalidada por el colegiado. El árbitro principal, César Soto Grado, no iba a tener que tomar decisiones fáciles ya que desde el inicio del choque estuvo sometido a las altas pretensiones de los conjuntos.
Minutos después, esta vez sí, el Sevilla FC estrenaba el marcador con una muy buena jugada asociativa que terminaría en un gran remate de Lucas Ocampos imposible para Conan Ledesma, su compatriota y cancerbero rival. Tras los 7´ de prolongación llegaba el final de la primera parte y el silbato de Soto Grado, indicaba la marcha de los jugadores a los vestuarios con la momentánea victoria local del equipo local por 2-1. Tras el descanso, comenzaba la segunda mitad con la necesidad del equipo rival de poner tablas en el marcador.
El Cádiz tuvo la oportunidad de seguir abriendo la brecha en el marcador gracias a una de las tantas jugadas individuales de Chris Ramos frente a Sergio Ramos. Rápidamente, los sevillistas se pusieron manos a la obra y Rakitic se encargó de cocinar una volea desde la frontal del área que terminaría en el cuarto gol del partido. Se le complicaba el planteamiento a los hombres vestidos de amarillo y el Sevilla se beneficiaba con mayor profundidad de la situación. Fue aquí, cuando la segunda parte entró en la típica dinámica de ‘ida y venida’ entre ambos conjuntos, donde los detalles minuciosos se convierten en una diferencia abismal. Los 6′ de añadido no fueron suficientes para mover el marcador.
Gaditanos y sevillanos se repartían los puntos en el estadio Nuevo Mirandilla tras una actuación muy disputada y marcada, por las innumerables decisiones arbitrales.
Cádiz CF: Conan Ledesma, Javi Hernández, Fali, Lucas Pires, Iza, Darwin Machís ,Rubén Alcaraz, Kouamé, Iván Alejo, Roger y Chris Ramos
Sevilla FC: Nyland, Juanlu, Sergio Ramos, Gudelj, Acuña, Soumaré, Rakitic, Suso, Lukébakio, Ocampos y Mariano.
Árbitro principal: César Soto Grado.
Árbitro VAR: Carlos Del Cerro Grande.