Festejo de CASLA que toma oxígeno.
San Lorenzo ganó 1 a 0 en su duelo de ida contra Atlético Mineiro por la primera fase de la Copa Sudamericana. Gabriel Gudiño fue el autor del grito sagrado.
Tarde húmeda se vivía en el Nuevo Gasómetro con el condicionante de que estaba pronosticado granizo para la noche. A pesar de esto, se jugó el partido entre San Lorenzo y Atlético Mineiro por la primera fase de la Copa Sudamericana. Gran expectativa de la parcialidad del cuervo que buscaba reconciliarse con los jugadores después de la goleada 0-5 sufrida contra Godoy Cruz el domingo pasado.
El partido fue sumamente trabado, el fútbol no tuvo chances para desarrollarse con fluidez. El primer tiempo el ciclón buscó por la bandas y con el desequilibrio de Botta, quien a los 38 minutos del primer tiempo disparo contra el arco de Víctor, quien dejó un rebote directo a los pies de Gudiño, que no se asustó y definió al otro palo del arquero para poner el uno a cero.
Fue muy malo el juego del equipo brasileño que tenía algunos destellos de calidad con Otero o Luan, pero sólo apostaba a los disparos de larga distancia como probó Cazares o Trindade sin éxito.
El chileno Paulo Díaz en acción.
El segundo tiempo tendría el mismo ritmo, la misma falta de movimiento y rapidez que mostraron los dos en la primera etapa. El Pampa intentó con algunos cambios de sangre joven tratar de poner un gol más para acrecentar la ventaja. Mientras tanto el equipo dirigido por Languin mandaba delanteros a la cancha para buscar más peso ofensivo. Pero, lo único que encontró fue un choque contra la defensa azulgrana.
Los últimos minutos fueron un constante aguante del local para mantener su ventaja, mientras que los brasileños buscaban el gol del empate, pero su obstáculo era la misma falta de ideas del equipo.
A San Lorenzo le alcanzó un sólo gol para ganar el encuentro, no busco fútbol bueno ni ganar cómodamente, solo ganar y darle una pequeña alegría al corazón de la gente que quería reencontrarse con su equipo. Mientras tanto, Atlético Mineiro extiende su mala racha después de perder la final del Mineirao ante Cruzeiro, y ahora debe esperar a Mayo para la revancha en su estadio.
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