Robinho llegó al Real Madrid como una figura estelar tanto por presente como futuro. El brasileño, luego de brillar en el Santos, ilusionaba a todos con ser un nuevo galáctico. Apenas comenzó en el club paulista, Robinho mostraba una velocidad y una habilidad espectacular, a tal punto que era comparado con los comienzos de Pelé.
Su emoción por llegar al Real Madrid que en diálogo con el medio brasileño Placar, confesaba: «Sé que tengo fútbol para eso y voy a trabajar mucho. En dos o tres años voy a ganar el Balón de Oro o el FIFA World Player».
Pero Robinho jamás pudo mostrar en el Real Madrid lo que hizo en el Santos. La confianza del club en él fue plena, al punto de que llegó a usar el número 10. Su nivel decreció rápidamente y el club español empezó a desprenderse de él y entonces perdió terreno.
Lo cierto es que ese Balón de Oro nunca llegó y la carrera de Robinho se deterioró absolutamente. Volvió tres veces al fútbol brasileño (dos al Santos y una al Atlético Mineiro). Además tuvo pasos por el Manchester City y por el Milan. Luego su carrera derivó al Estambul Baakehir de Turquía, donde jugó dos temporadas.
Lo cierto es que en 2020, Robinho volvió a Santos pero el desenlace de su causa por violencia de género terminó retirándolo del fútbol profesional y ahora nadie sabe dónde está porque desapareció públicamente para bajar su perfil ante ese panorama. En marzo de este año, fue condenado a nueve años de cárcel por una violación en grupo a una joven albanesa en 2013, según ratificó el Tribunal de Apelación de Milán.