El actual entrenador del Chelsea tuvo un acto de grandeza con una persona que trabajaba en su hogar durante su paso por el Paris Saint Germain. Una historia que vale la pena contar.
Esta semana, la prensa francesa destapó un gesto demasiado grande que tuvo Thomas Tuchel durante su etapa en París.
Tras firmar contrato con PSG, él se instaló junto a su familia en una casa de un barrio coqueto de París. A los días, contrataron a una señora de origen filipino como ama de casa para las tareas del hogar.
Esta señora trabajaba muchísimo durante el día, incluso horas extras, para que Thomas y su esposa estén contentos con su labor. A lo largo del tiempo, se creó un vínculo muy afectivo y la señora les confesó que tanto esfuerzo era para poder financiar una costosa operación de corazón de uno de sus hijos.
Tuchel, sorprendido y sin poner en tela de juicio buscó una lapicera y firmó un cheque para cubrir todos los gastos médicos que sean necesarios. Al poco tiempo la operación se realizó con éxito y hoy ese niño disfruta de una mejor calidad de vida. Sin embargo, esto no se detiene acá.
Mientras el entrenador del PSG era muy cuestionado por los hinchas y se hablaba de si posible salida, un se sentó a charlar con la señora de limpieza (cuyo nombre no trascendió), largo y tendido. Hablaron de sus sueños. Ella le contó que su mayor anhelo era poder regresar a Filipinas y construir su casa allí, donde viviría ya jubilada y cerca de los suyos…
Thomas Tuchel fue despedido por el conjunto francés y al poco tiempo se fue contratado por el Chelsea, pero antes de emprender viaje rumbo a Londres quiso que ese sueño se haga realidad comprarle una casa a esa persona que tan bien cuidó de ellos en Francia y cumplirle su máximo deseo.