Quique Monleón Ciurana
El futbolista portugués, que está muy lejos de reconciliarse con el Club Atlético de Madrid, equipo que lo mantiene en propiedad, tiene un verano decisivo por delante donde deberá decidir dónde jugar la próxima campaña. Tras una irregular campaña en el Barça donde no ha podido hacerse con el puesto de titular en favor de Fermín López, el jugador, pese a contar con el cariño y soporte de Laporta a la hora de quedar en Can Barça, lo tiene más que complicado para jugar otra temporada vestido de azulgrana a causa de los problemas que en el club catalán residen.
A 4 jornadas del final y una Eurocopa de por medio, a João Félix le quedan pocas balas en la recámara si busca ser fichado por un club de grandes magnitudes. Después de no encontrar acomodo en Barcelona (pese a no cuajar del todo en el sistema de Xavi, el extremo portugués ha cuajado 7 goles y 3 asistencias, números de aprobado para el bajo cartel con el que venía tras el nefasto paso por el Atlético) y habiendo salido por la puerta de atrás de Stamford Bridge y el Metropolitano, el futbolista tiene los días contados en el que es su tercer equipo en cinco años tras su salida de su lugar natal, Portugal.
Nacido y curtido bajo el águila del Benfica se veía en él un sucesor para el eterno 10 de “ás aguias” como bien es Rui Costa, futbolista reflejo para muchos futbolistas lusos que desarrollan su juego en la parcela ofensiva no siendo menos un João Félix que pasó por todas las categorías del conjunto lisboeta, llegando al primer equipo con 18 años y firmando la campaña que lo puso en el estrellato: 20 goles en todas las competiciones sin ser un delantero puro y 11 respectivas asistencias, dobles dígitos que parecieron hacer justicia a los 126 millones de euros que pagaría el conjunto colchonero el mercado de verano precedente a su explosión.
Con el objetivo de acercarse a las marcas que cosechan Real Madrid y Barcelona campaña tras campaña, el Atlético de Madrid apostó fuertemente por el jugador luso dejando ir al que había sido su estrella durante tantos años, Antoine Griezmann, quien se mudó a Barcelona en la búsqueda inacabable (que llega hasta día de hoy) de fichar a un futbolista que cubra el hueco que en su día dejó Neymar. La primera temporada do menino en la capital de España no fue para nada mal, siendo el preludio de su debut en España, un amistoso jugado en Estados Unidos donde los atléticos ganaron a su eterno rival el Real Madrid por 3-7, resultado que dio de hablar pese a ser un partido de pretemporada buscando a dar a entender lo que podría ser la campaña 19-20 para ambos equipos (el Madrid acabaría ganando la liga mientras que el Atlético debió contentarse con la clasificación a Champions y el llegar a cuartos de finales tras una heroica remontada en cuartos. Pese al año en blanco, lo mejor estaba por llegar tanto para colchoneros como para un João que tendría un año de estrella bajo el manto rojiblanco.
Llegaría el confinamiento y con ello, una de las sorpresas recientes de nuestra liga: el Atlético de madrid volvería a ser campeón liguero tras casi ocho años desde el épico gol de Diego Godín en el Camp Nou arrebatándole así la liga a un Barça que acabaría tercero la temporada donde el Atleti y sobre todo, João Félix, se alzarían con el título liguero firmando el volante portugués sus mejores cifras con 8 goles y 3 asistencias además de un juego muy eléctrico, filtrado pases que resquebrajaban zagas además de mostrar una seguridad y union con un Atlético que hoy recuerda con añoro esa temporada donde tan solo se encajaron 25 goles (a falta de 4 jornadas, en la actual liga, llevan 39 encajados).
Tras una tercera temporada donde el portugués mejoró sus registros de la campaña donde fueron campeones (8 goles y 4 asistencias). La relación entre ambas partes se deterioró notablemente al compás de las cifras del luso: 4 goles en 14 partidos fueron el aliciente para que el jugador, tras un mundial de Qatar donde pasó desapercibido pese a meter un gol, se fuese cedido al Chelsea. Establecido en el barrio de Fulham, las cosas no pudieron empezar peor para el jugador ibérico puesto que y nada más debutar, salió expulsado cuando no hacía ni 20 minutos que había salido del banquillo. Empezaba cojeando la aventura de João fuera de España.
Tras 4 goles en 16 partidos, siendo más protagonista por sus desencantos con la grada y con un Tuchel al que no le costó lo más mínimo el dejarlo en la banqueta en repetidas ocasiones, llegada a su fin la temporada 22-23, donde tenía que demostrar en una liga más ofensiva que la española y un equipo que sí cuenta con la posición donde el portugués puede hacer desarrollar el mejor de sus juegos pero, no se desarrolló y en el Atleti acabó.
Tras empezar la pretemporada con el equipo del Cholo, la relación entre ambas partes se vio que estaba corrompida además de ser francamente irreparable entrando aquí el dilema de las últimas temporadas: ¿el Cholo o João Félix?, votación que, y sin dudas, salió en favor del entrenador argentino porque o menino d’oro (que había perdido esa magia que llevó al Atleti a pagar lo desembolsado hace cosa de un lustro) tenía a la afición atlética en su total contra además de ser Simeone una leyenda viva de un Atlético de Madrid el cual cambió el rumbo a causa del director técnico sudamericano y que, ni harta en vino, cambiaría a un entrenador que siente tanto el club como Diego Pablo, por un futbolista que, o te acoplas a él, o desaparece sin agradecimiento alguno tras lo hecho por él (porque lo cierto es, que el Atleti y, sobre todo Simeone, ha luchado por encajar a un João Félix que perdió el acomodo en el once de Simeone llevándolo al calvario de cesiones y enfrentamientos que, a día de hoy, vive.
Tras salir por la puerta de atrás del Metropolitano, João recaló junto a otro João (João Cancelo) en la ciudad condal, en uno de los Barça más asfixiados económicamente donde el plan estival estuvo marcado por hacer fichajes low-cost como las dos cesiones de los jugadores lusos, el fichaje de Oriol Romeu, quien costó cerca de los 10 millones y, posteriormente en invierno, Vítor Roque (con el que todavía no se sabe qué hacer a final de temporada a causa de la necesidad de venta por parte del conjunto blaugrana).
En la recta final de su temporada en Can Barça, los números de João Félix son para que el Barça haga un esfuerzo económico con él ya que todavía es un futbolista joven con mucho por demostrar y, con un entrenador que tenga confianza ciega en él, los 7 goles y 18 titularidades además de las 3 asistencias, pueden ser cifras dobladas por un futbolista muy capacitado para estar entre los jugadores más importantes de su edad, 24 años, edad inmensa y buena para un futbolista con tantas calidad que mostrar y con una Eurocopa como bien hemos dicho, en el horizonte cercano donde es más que un hecho que el jugador buscará mostrar un nivel idóneo para que o barca o equipos de gran talla, se acaben fijando en él.
Es un hecho que el joven luso a Madrid no vuelve, y más, tras una temporada donde y tras marcar en AMBOS partidos a su ex equipo (tiene tela la cosa), lo celebró por todo lo alto indignando a una afición que sigue tarándose de los pelotas tras la nefasta gestión del fichaje hecho por una familia Gil Marín que comparte un concepto con el jugador luso: tampoco es muy bienvenida por la grada del Metropolitano,
¿Dónde acabará João Félix? ¿Será capaz de ficharlo un equipo TOP?