La dura derrota con Atlético Tucumán marca una semana clave para GELP, y un futuro incierto. Lleva cinco caídas consecutivas en Superliga.
El actual presente de Gimnasia no es para nada bueno y la gente lo sabe. Los diferentes cambios de técnicos, la falta de buenos resultados, la toma de malas decisiones dirigenciales y la presión económica que tiene, genera que el club no encuentre rumbo.
Para empezar podríamos remontarnos a la era post Pedro Troglio donde Gustavo Alfaro se hizo cargo del primer equipo y logró una buena campaña llegando a las semifinales de la Copa Argentina derrotando a Racing y luego a San Lorenzo. Sumado a esto, Alfaro consiguió una gran racha de cinco partidos ganados en el torneo local del 2017 pero luego vino la debacle cuando el equipo empezó a tener muy malas actuaciones que lo llevaban a perder los partidos y hasta quedar eliminado de la primera fase de la sudamericana, para que, luego del pésimo partido con Estudiantes, Alfaro decidiera irse (los rumores indican que el propio entrenador había tomado la decisión previo al derby). También no hay que dejar pasar la pésima decisión que tomo la dirigencia encabezada por Pellegrino al vender a Maximiliano Meza a Independiente (hoy en el Rojo su rendimiento lo llevó a la selección de Sampaoli y podría ser parte de Rusia 2018), generando un cortocircuito con el entrenador. Cabe destacar que puede haber existido un quiebre en la relación de Gustavo con el plantel.
Luego de Alfaro llegó la dupla Martini y Messera, entrenadores interinos que ocuparon el cargo sabiendo que no iban a estar mucho tiempo. Una vez finalizado el torneo 2017, se le da el sueño a Pellegrino (actual presidente) y se arma el proyecto de Mariano Soso, de la mano de su ayudante deportivo Depietri, quien demostró saber poco y nada de la redonda. El equipo con el uruguayo en el banco local jugaba bien y en algunas ocasiones gustaba, pero de visitante era una vergüenza y daba pena verlo. Fuer así entonces como en plena pre-temporada a la mitad de torneo, Soso decide renunciar ya que desde la dirigencia no le iban a traer refuerzos, y el proyecto se derrumbó luego de una gran exposición de los jugadores hablando de su compromiso con el mismo.
Otra vez, Martini y Messera a cargo del equipo, hasta que llega una buena noticia que traía un poco de calma a la situación. Un hombre del club iba a poner la cara, Facundo Sava, llegó a Gimnasia y así tomó las riendas del plantel. Pero la verdad que nada bueno ocurrió, empezando por los refuerzos, Jerónimo Barrales (que hace más de tres temporadas que no convierte goles siendo delantero) de deplorables actuaciones, insultado por todo el estadio y Facundo Pereyra, que volvió con kg de más y no dio muestras de buen fútbol. Además hoy en día el colorado lleva cinco derrotas seguidas y su situación pende de un hilo ya que no posee apoyo del plantel y en parte tampoco de la comisión directiva.
A modo de reseña, recalcar la falta de jugadores de la reserva de Gimnasia ya que en estos años ha sufrido una gran debacle al no poder sacar futbolistas con proyección, excepto el fantástico arquero que tiene hoy en día, Alexis Martín Arias. También es clave entender que el club pasa por una fea y apretada situación económica, estando en una gran convocatoria de acreedores, motivo por el cual se encuentra asfixiado económicamente.
Sera tiempo de que en verdad se le de una chance a los jugadores con hambre y ganas de demostrar su talento, como el caso de Eric Ramírez o Lautaro Chávez. Si el Lobo no levanta cabeza, la B Nacional esta a la vuelta de la esquina… ¿Que te pasa Gimnasia? ¿Vas a salir a flote?