Una historia marcada por el odio y la rebeldía de un grupo de ultras en el club más conservador de Israel.
El Beitar de Jerusalén es el equipo más popular de ISRAEL. Un club de extrema derecha que JAMÁS había tenido jugadores árabes en su plantel. Sin embargo todo cambio en 2012, cuando el dueño (Arcadi Gaymadak, multimillonario ruso) decidió contratar a dos futbolistas chechenos de religión musulmán y los hinchas reaccionaron de forma muy violenta. El futbolista argentino Darío Fernández era uno de los referentes de ese plantel. En una entrevista con Baldomero Escalada de Ojo de Halcón cuenta detalles inéditos sobre esa temporada en la que el racismo cegó al amor por el fútbol.