Quique Monleón Ciurana
Con un valor de mercado cercano a los 15 millones de euros y una cláusula de recompra tenida por el Barça que oscila los 30 millones de euros, Nico González es una de las sensaciones no solo del futbolista portugués, también de Europa donde y continuando con el gran nivel mostrado este inicio de campaña, es un hecho que el próximo mercado de verano, grandes clubes se pelarán por un jugador que vive el mejor momento de su corta carrera, actualmente en Portugal.
El que fuese canterano del FC Barcelona se encuentra en Portugal, concretamente en el FC Porto, brillando con luz propia y siendo junto a Samu Omorodion, una de las revelaciones de la liga Portugal. El centrocampista gallego aterrizó la pasada campaña en Do Dragao, desde entonces, se ha ganado el puesto en el once de un Vitor Bruno que ve en el ex canterano azulgrana, el líder que necesita el equipo blanquiazul de cara a poder arrebatarle la liga a un Sporting Clube que se encuentra lanzado de cara a revalidar el título liguero. Nico es un centrocampista de corte defensivo dada su altura (1,88) y zancada , pese a ello, esta temporada lleva ya 3 goles y 2 asistencias, números que lo denominan como un verdadero box-to-box a causa de no olvidarse del tema defensivo, donde ya sin hasta 46 duelos los que ha ganado en una temporada donde ha disputado los 12 partidos jugados por un FC Porto que ha encontrado en él, un ídolo.
Quien le hubiese dicho a Nico González que fuera del Barça sería donde encontraría su sitio dentro del fútbol. Tras una última temporada en Can Barça donde no pudo demostrar el futbolista que es hoy en Portugal, el futbolista gallego criado en la Masía tuvo que abandonar la que había sido su casa durante gran parte de su aún corta carrera deportiva, siendo el Valencia el club que apostaría por él mediante una cesión. Desde primer momento, se vio que el futbolista estaba para un objetivo mayor que el disputado por el Valencia una vez aterrizado desde el Camp Nou: Nico González estaba para un club que pelease por algo más que el salvar la categoría. Tras concluir su cesión en Mestalla por una temporada y habiendo sido descartado nuevamente por el Barça, el futbolista español decidirá hacer las maletas hacia Portugal, concretamente a un Porto que pagaría ni más ni menos que 8,5 millones de euros por un futbolista que llegaba a Portugal con mucho que demostrar además de tener la espina clavada de no haber triunfado en el club de su vida dada la preferencia de Xavi por Busquets en ese pivote culé que tanto añora a Nico.
Tras un inicio de temporada 23-24 donde el futbolista no empezaría con buen pie, siendo considerado como el tercer centrocampista por detrás de un binomio que acabaría destruyendo él mismo como es el Eustáquio-Varela, el punto de inflexión de Nico llegaría en enero, concretamente en una partido de Taça Portugal donde Stephen Eustáquio saldría lesionado sin saber que sería una de sus últimas titularidades con un Porto que y desde el partido contra el Estoril ha disputado 36 partidos, 36 en los que ha jugado como titular un Nico González que se ha desarrollado como un futbolista el cual no solo aparece en la creación del juego, también está capacitado de cara a finalizar jugadas dado el buen disparo franco con el que cuenta, terminando la pasada campaña, con 2 goles y 3 asistencias, cifras más que respetables sabiendo que dicho futbolista tiende a crear su juego lejos de área rival.
Esta temporada, todo sigue fluyendo positivamente para un Nico que ha iniciado su segundo año en Portugal tal y como terminó el pasado: como titular indiscutible y habiéndose desenvuelto todavía más en la faceta goleadora, llevando en los 9 partidos ligueros disputados, 3 goles y 2 asistencias. Estos datos que no dan más que entender que el futbolista se encuentra en un nivel futbolístico y psicológico más que bueno, no son solo un gran dato para el FC Porto, que se encuentra manteniendo el pulso a un Sporting Clube que parece imparable, también para una selección española sub21 que ve en Nico, un líder dado su alto nivel de juego y lo mejorado que está anímicamente tras la travesía por el desierto que supuso su estancia en el Barça de Xavi. ¿Fichará por un club aún más grande que el Porto?