Nacido en Santiago del Estero, pasó por las inferiores de Newell’s y apareció en la reserva de Independiente. Una historia increíble antes de brillar en Oceanía.
Aún quedan secuelas en Argentina después de la histórica final entre River y Boca por la Copa Libertadores. Pero el millonario no tuvo mucho tiempo para festejos, rápidamente Gallardo y compañía pusieron el chip en el Mundial de Clubes. Hoy comenzó dicha competencia y los argentinos almorzaron con una sorpresa desconocida.Mario Barcia, y un zapatazo de Santiago al mundo para marcar el primer gol del torneo.
Mediocampista de 29 años. Pasó seis años de su adolescencia formándose en el predio de BellaVista que posee Newell’s Old Boys. Con 20 años pasó a las filas de Independiente donde no tuvo éxitos con la reserva del rojo. El histórico Alejandro “Vikingo” Cánova lo llamó para jugar el Argentino B con Central Córdoba de Santiago del Estero.
En 2011 pasó a Aurora de Bolivia para luego volver a Sportivo Fernández de su provincia natal hasta fines del 2013. Martín García Pereyra, el primer santiagueño enjugar en Nueva Zelanda, le propuso jugar en un equipo que él dirigía en la Segunda división de aquel país. Y no lo dudó. Hoy es parte del Team Wellington,club con el que se consagró campeón de Oceanía.
En una entrevista con EL LIBERAL el volante contó:
«Es una gran experiencia de vida estar allá. Es un país en donde el fútbol está creciendo y se está haciendo más conocido. Se le está dando cada vez más importancia. Es otra sociedad, el fútbol también es distinto. Es otra cosa a lo que uno estaba acostumbrado»
Disfruta de la compañía de un mate lejos de su tierra natal. No se olvida de Newell’s, club escuela del fútbol argentino que lo formó como futbolista y como persona. Su sueño en Oceanía era ser campeón continental para llegar al Mundial de Clubes. Hoy con un golazo abrió la cuenta en el empate 3-3 entre su equipo y el Al Ain de Emiratos Árabes.
La suerte de los penales no estuvo de su lado, y el Team Wellington fue eliminado del torneo. Barcia no podrá mostrar su talento ante River y seguro se va con una sensación amarga de máximo torneo a nivel de clubes. Pero su nombre volvió a sonar en la Argentina. ¿Tendrá una nueva oportunidad en Sudamérica?
Por Baldomero Escalada