Andriy Lunin fue uno de los fichajes más inesperados del Real Madrid durante el verano de 2018, llegando el joven guardameta ucraniano procedente del Zorya a cambio de 12 millones de euros, en un movimiento con el que el conjunto blanco continuaba su gestión de fichaje de jóvenes promesas con la idea de reforzar en este caso una portería a la que llegó en ese mismo verano el belga Thibaut Courtois, que se ha convertido en la gran pesadilla del futbolista de 21 años en todo este tiempo.
Desde su llegada a España, Lunin ha vivido tres cesiones en Leganés, Valladolid y Real Oviedo, con las cuales el jugador ucraniano no ha tenido oportunidades de demostrar todo su potencial, no teniendo esta temporada un hueco en la primera plantilla del conjunto blanco a las órdenes de un Carlo Ancelotti que tampoco le ha dado a Lunin los minutos necesarios para tratar de ganarse su continuidad en el Santiago Bernabéu más allá de este verano, en el que parece que el futbolista ucraniano abandonará nuevamente el club merengue.
Con Courtois a un nivel estratosférico, el futuro del jugador ucraniano parece imposible que pase por el Santiago Bernabéu, teniendo en estos momentos opciones para abandonar el equipo en el mercado invernal como las de Juventus de Turín, Tottenham Hotspur y Borussia Dortmund, en las que a priori el portero de 22 años podría probar suerte la próxima temporada, en una operación que podría producirse mediante una cesión o bien con un traspaso con el que el Real Madrid buscaría hacer caja con un futbolista que no entra en el organigrama deportivo del club para la 2022/2023.