El PSG no digiere perder a Mbappé y que acabe en el Real Madrid, que puede reforzar a uno de sus principales rivales para ganar la Champions, el vehemente objetivo de los jeques catarís en su intento de conquistar el fútbol europeo desde que compraron el club en mayo del 2011. Al PSG le quedan 50 días para convencer al jugador y evitar que firme por los blancos en enero. Se le agota el tiempo, la impotencia crece y la sed de venganza aumenta contra el trece veces campeón de Europa, al que atacan sin compasión cada vez que alguno de sus miembros dice que Mbappé es muy bueno y que le gustaría verlo de blanco. Algo que pensarán todos los equipos del mundo.
Lo que consideran una afrenta intentan amortiguarla quitándole algún jugador al Madrid. El primero ha sido Benzema pero han pinchado en hueso porque el jugador está muy a gusto donde está, porque tiene contrato hasta el 2023 y, sobre todo, porque tiene una cláusula de 1.000 millones. Dinero que seguro tienen, pero retrataría a quienes controlan el ‘fair play financiero’ y que todos saben quiénes son. El nuevo objetivo en el que se han fijado es en el otro francés del Madrid, Mendy, según ‘Fichajes. Net’.