Autor de 12 goles y cuatro asistencias en los 30 partidos oficiales que ha disputado este curso, el inglés Raheem Sterling (27 años) se mantiene como uno de los principales recursos ofensivos del Manchester City. El pasado fin de semana, ante el Norwich City, el atacante volvió a resultar decisivo al sumar tres de los cuatro goles que dieron la victoria a su equipo (0-4).

Curiosamente, su continuidad en el club no parece garantizada. De hecho, tras el choque ante los canaries, el técnico del equipo, el catalán Pep Guardiola, aprovechó las preguntas de los medios para, de algún modo, instar a la directiva a renovar un contrato que acaba en junio de 2023.

«Nadie duda de lo importante que es. Lo que quiero es que juegue bien. No solo él, sino todos los jugadores. Si contamos la cantidad de partidos que ha jugado desde que estamos juntos, es mucho. Es un jugador clave. Sobre el futuro, no sé qué va a pasar. El club decide. Doy mi opinión pero, por supuesto, el club toma la decisión todo el tiempo», aseveró.

Según cuenta The Guardian, aunque en público se muestre cauto, el técnico ansía que el internacional renueve su compromiso por la vía rápida para que así se disipen cuanto antes los rumores que le sitúan en la órbita de clubes de la talla de Real Madrid o FC Barcelona.

«Conozco a Raheem desde hace seis temporadas. Durante ese período hay altibajos, es parte de la vida. No son lunas de miel. Siempre hay problemas y hay que solucionarlos. Lo importante es ver el próximo capítulo, los próximos partidos, los próximos momentos con una gran sonrisa, siendo positivos e intentando hacerlo ¿Hablar con él sobre el futuro? No, lo que quiero es lo mejor para los jugadores. Estoy muy contento si están contentos, pero lo del contrato no es asunto mío. Nunca he estado involucrado», añadió un Guardiola empeñado en asegurar que será el club quien tenga la última palabra.