La onda expansiva de la invasión de Rusia en Ucrania golpeó fuerte en el Chelsea. El club de la Premier League fue el más afectado por la decisión geopolítica de Vladimir Putin porque su dueño, Roman Abramovich, es uno de los hombres de máxima confianza del presidente ruso y las autoridades de la Premier League rechazaban a que siguiera estando presente.

Sabiendo esto, Abramovich cedió el manejo del club a otros directivos y se alejó notablemente de la institución. Tras ello, Thomas Tuchel recibió una ola de preguntas sobre el presente y futuro del Chelsea, a tal punto, que estalló de hartazgo en conferencia de prensa.

«Es mucho para que yo responda. No estoy al tanto de los detalles y de toda la situación. Hay situaciones más importantes que el fútbol, y esto nunca cambiará. Las situaciones como la guerra son más importantes. Lo de Roman no cambia mi día a día», lanzó Tuchel.

En esa misma línea, contestó: «Es horrible. Es horrible. No puede haber otra opinión salvo esta, pero ¿por qué deberíamos estar más distraídos que tú? Está ahí fuera. Todo el mundo en Europa tiene un ruido en la cabeza que a nadie le gusta. Todavía tratas de venir a trabajar y tratar de hacer lo mejor posible en tu trabajo».

Por último se cansó: «Basta de estas preguntas, yo no soy político. No me pueden preguntar estas cosas a mí, nunca estuve en una guerra, no sé que se hace. Hago lo mejor que hago pero basta de preguntarme».