Por Baldomero Escalada
Con goles de Álvaro Morata, Antoine Griezmann y Mario Hermoso el equipo de Simeone no tuvo piedad con Pucela y le ganó 3 a 0 en el Metropolitano. Ahora se prepara con todo para visitar al Real Madrid en Copa del Rey.
Gran expectativa hay en Madrid por el derbi de cuartos de final que se viene este jueves en Copa del Rey. Los colchoneros deberán visitar el Santiago Bernabéu con la obligación de ganar para seguir peleando por el único caldo gordo que queda en la temporada.
Con ese entusiasmo el Atleti recibió este sábado al Valladolid en el Metropolitano. Al equipo de Diego Pablo Simeone se le reclamaba la concentración en el inicio de los partidos y el déficit en las dos áreas. Esta vez no tuvo piedad contra Pucela. Desde el primer minuto salieron a presionar a los violetas y de ese modo controlaron el trámite con el balón en los pies.
Antoine Griezmann iba a ser el encargado de poner una asistencia exquisita para Álvaro Morata y el delantero español hizo su clásico enganche hacia el centro para romper el arco del arquero Masip. Minutos más tarde el argentino Nahuel Molina le puso una asistencia espectacular al francés por la derecha y el de pelo teñido Fucsia clavo el dos cero dentro del área chica. El partido se iba a liquidar a través de una pelota parada donde Mario Hermoso remató de cabeza pero se encontró con la respuesta del guardameta visitante, aunque no desperdició la segunda oportunidad y en el rebote la mandó a guardar.
A partir de allí poco quedó de partido. Si bien no faltó entretenimiento porque el equipo de Pacheta propuso ocasiones para descontar y el Atleti fue en búsqueda del cuarto, jamás estuvo en riesgo el resultado conseguido en el primer tiempo. Los colchoneros necesitaban aferrarse a un triunfo para aprovechar la caída del Betis ante el Espanyol y seguir creciendo en la tabla buscando un lugar en Europa.
De lo más curioso que pudimos ver en el estadio fue la ovación que recibió Memphis Depay antes del partido cuando fue anunciado en el banco como el nuevo refuerzo colchonero y los silbidos hacia el argentino Rodrigo de Paul tanto cuando se lo nombró entre los suplentes y cuando le tocó ingresar en la segunda etapa.