El pasado verano, el inglés Harry Kane (28 años) valoró muy seriamente la posibilidad de cambiar de aires. De hecho, si finalmente no desembarcó en el Manchester City fue porque su club, el Tottenham, exigió cantidades inalcanzables. Resignado, el delantero aceptó su suerte y se comprometió a seguir defendiendo como hasta ahora la elástica de los spurs.
De cara al futuro más inmediato, el delantero lo tiene claro. Tal y como cuenta The Sun, su continuidad quedará a expensas del poder que el club otorgue a Antonio Conte durante el mercado estival. El jugador cree que el italiano puede levantar un proyecto plenamente competitivo, pero entiende que, para lograrlo, debe tener máximo control en materia de fichajes.
En realidad, lo que le preocupa a Kane es la idea de ir consumiendo su carrera sin levantar títulos de primer nivel. Hasta ahora, los londinenses siempre han estado un peldaño por debajo de sus principales rivales en las islas y ésa es una tendencia que, a día de hoy, solo se puede revertirse mediante la contratación de jugadores de mayor nivel.
«Entiendo la situación de Harry. Cuando terminas tu carrera, puedes valorar tus partidos y los equipos para los que jugaste pero, al mismo tiempo, es correcto valorar lo que has ganado. Esto es importante, especialmente para los mejores jugadores (…) Creo que cuando el Tottenham me trajo aquí querían enviar una señal al exterior, y tal vez también a nuestros jugadores… Tenemos que intentar construir una situación en la que estemos todos involucrados y tratar de crear una situación en la que podamos ser competitivos para intentar ganar», reconoció el propio Conte recientemente.