El jugador Galés lleva casi dos meses fuera de combate por lesión y reaparecerá con su selección antes que con el conjunto blanco.
El pasado 17 de septiembre, justo antes de que el Real Madrid volviera a jugar en el Bernabéu un año y medio después, Gareth Bale cayó lesionado de larga duración. Hasta entonces, el galés había entrado en los planes de Ancelotti participando en los tres partidos disputados y marcando incluso un gol en el Levante – Real Madrid (3-3). Después de su cesión en el Tottenham y el adiós de Zidane, el extremo estaba recuperando poco a poco su posición pero la desafortunada lesión le apartó de su camino.
Así, después de la evidente desesperación ante un nuevo percance físico, Bale se puso a trabajar en solitario y en la sombra de Valdebebas acompañado y velado por los médicos del servicio merengue y arropado por las instalaciones madridistas hasta que, a finales de la pasa semana, pudo volver a entrenar con el grupo.
Un hecho que anunciaba su regreso para el partido del Rayo Vallecano pero que finalmente no se produjo ya que Ancelotti le dejó fuera de la convocatoria. Quien no lo hizo así días antes fue el seleccionador de Gales que sí que le convocó para los próximos partidos del cuadro británico.
Unos partidos, ante Bielorrusia y Bélgica, en los que Bale tendrá la oportunidad de regresar al césped haciéndolo donde más le gusta, con su equipo nacional. Se trata pues de una muestra más de aquel famoso slogan de ‘Gales, Golf, Madrid. In that order’ que parece que el jugador cumple a rajatabla.
Mientras tanto, la afición merengue, harta de los desplantes del jugador al equipo, prepara su recibimiento fechado para el próximo 28 de noviembre en el duelo ante el Sevilla donde, si todo va bien, Gareth Bale regresará al Bernabéu después de un año y ocho meses.