El entrenador italiano tiene un gran problema que no puede solucionar y lo aleja de ser uno del os mejores equipos del mundo.
El Real Madrid perdió la oportunidad de ganar más terreno en el liderato de La Liga después de empatar sin goles en casa ante el Osasuna, en un encuentro donde tenía todas las papeletas de dar un golpe sobre la mesa después de ganar El Clásico al FC Barcelona en el Camp Nou el fin de semana.
El conjunto merengue sigue dejando sensaciones encontradas en este comienzo de temporada. Pasó de ser un equipo con mucha calidad ofensiva y capacidad de generar oportunidades ofensivas a un equipo dependiente de sus individuales para marcar la diferencia en ataque posicional, es decir, que le cuesta mucho dominar el partido cuando tiene que llevar la responsabilidad del mismo. Es más dañino con una idea más reactiva ante el planteamiento del rival.
Un problema con la pelota
El equipo no ha evolucionado en este sentido, teniendo en cuenta que también era uno de los grandes problemas del equipo la campaña pasada. Cuando tiene la pelota es un conjunto plano, con muy poca capacidad de cambiar el ritmo de las jugadas y dependiente de las ventajas que pueda generar Karim Benzema con sus movimientos. No tiene llaves para abrir los repliegues rivales cuando están organizados muy cercas de su arco, un problema importante para enfrentar el 90% de los partidos que tiene esta temporada.
Pese a contar con David Alaba en el primer escalón de construcción, un salto de calidad tremendo por sus conducciones y pases, el Real Madrid no termina de aprovecharle debido a que no puede tomar muchos riesgos porque eso generaría que la estructura pierde solidez ante la eventual pérdida de la pelota.
La mejor versión del Real Madrid solo aparece con espacios grandes para correr (como contra el Shkhtar Donetsk en Champions y el FC Barcelona), razón por la que Viníciur Junior comenzó la temporada como una máquina goleadora y Karim Benzema se convierte en el faro de luz para comenzar cada transición ofensiva.
Carlo Ancelotti tiene un reto más que complicado debido a que no tiene muchas variantes en el banquillo para cambiar el rumbo. El ataque posicional del Real Madrid es muy lento y cansino, razón por la que está lejos de los mejores equipos del mundo en la actualidad.
Por Javier Parra Peña – Fichajes