El Valencia no puede tirar a la basura 35 millones de euros, esa es la dura realidad que tenemos con Marcos André y Maxi Gómez. Ya no vamos a entrar en números, porque eso es una absoluta locura los goles que llevan ambos. Aunque el problema es cuando se les necesita, deben ser importantes y su rendimiento es mucho más que deficiente. Es que no podemos contar con ellos para poder ser un equipo competitivo.
El partido del Alavés es una muestra muy clara de ello, y que encima te condiciona en muchas cosas. Marcos André salió de titular, quizá como castigo a Maxi por su desastre de Bilbao (ser expulsado sin jugar es un drama). Su paso por el encuentro, si bien es verdad que el equipo estuvo horrible en la primera mitad, fue absolutamente nulo, irrelevante. Hasta el punto de ser sustituido al descanso… con el equipo perdiendo.
Pero es que en el segundo acto compareció Maxi Gómez, con Bryan abierto a la izquierda y Guedes a la derecha, los centros laterales eran una constante, pero el uruguayo no fue capa de rematar ninguno. Y encima, que él fuera la referencia, alejaba a Hugo Duro del área, que es donde está siendo más determinante. Son 35 millones de euros, una fortuna, a la que no se le saca partido… ni poniéndolos a jugar.