El principal problema del joven es que su estilo de juego no termina de encajar en el Barcelona de Xavi Hernández debido a que es un futbolista menos posicional y más de acercarse a la pelota, un rasgo que lo hace ocupar muchas zonas en el terreno de juego y no estar dónde debe estar un futbolista de su posición en el ataque posicional que plantea el FC Barcelona.
Nadie duda, o puede dudar, de que tiene una habilidad impresionante para conectar con sus compañeros en corto, eludir rivales con su cambio de ritmo y que tiene una energía diferencial para cambiar un partido desde sus intervenciones, pero es que su hiperactividad no termina de encajar dentro de un contexto donde interpretar y ocupar la zona es muy relevante.
Lo que más sorprende es que, a diferencia de jugadores como Arthur Melo o Frenkie de Jong (que también podían tener dicho rasgo al llegar al club en su momento, se formó en La Masía y parece estar muy lejos a nivel de interpretación posición en comparación a nombres como Gavi y Nico.
Xavi tiene mucho trabajo con él y, si la intención es recuperarlo para la causa, tiene que hacer todo lo posible para que se convierta en una pieza de valor para el club. Con todas las piezas recuperadas y asimiladas a la idea, no hay dudas de que si no se engancha será una venta obligada en el mercado invernal. ¿Qué haría ustedes con Riqui Puig?
Redacción Fichajes.net