Joan Laporta lleva ya más de un año como presidente del FC Barcelona, y desde entonces las sensaciones que ha ido dejando son más propias de un político que termina incumpliendo sus promesas electorales antes que las de un presidente de uno de los mejores clubes del mundo, apostando en la mayoría de casos por un populismo para tener contenta a una afición que se ha ido dando cuenta de las mentiras del máximo mandatario del club.

Tras la renovación fallida de Leo Messi, la no llegada de Erling Haaland, y con el Barcelona teniendo un importante déficit económico, la última mentira de Joan Laporta no ha tardado en salir a la luz por boca del entorno de Kylian Mbappé después de que el presidente azulgrana realizara unas declaraciones en las que aseguraba que tras una toma de contacto, el jugador francés del París Saint Germain habría pedido 50 millones de euros netos por temporada, algo que como decimos ha sido desmentido de forma casi inmediata, dejando nuevamente en ridículo a Laporta.

Mientras que el conjunto blanco goza de una salud económica brillante, la afición del Barcelona ve como tiene que conformarse con la llegada de jugadores a coste cero, pudiendo realizar muy pocas inversiones por nuevos jugadores, siendo algo que no pasa inadvertido para un Joan Laporta que de alguna manera quiere hacer ver a sus aficionados y votantes que al menos intenta contactar con jugadores de primer nivel mundial a pesar de que conoce perfectamente las limitaciones del club.