La situación en el vestuario del PSG no es la mejor entre las estrellas y es el futbolista de la selección Argentina el que sostiene la estabilidad…
Las salidas de Di María, Paredes e Icardi enviaron un claro mensaje a Messi. Mbappé no quiere un vestuario lleno de sudamericanos. El futbolista de la selección de Francia quiere controlar y ser la única estrella del equipo parisino. El problema es que tiene a su lado a el mejor o uno de los mejores futbolistas de la historia y aún verdadero crack que ha brillado a nivel mundial en el último tiempo.
Mientras Mbappé y Neymar se disputan penales, tiros libres y situaciones de gol. El astro de la Selección Argentina se encarga de ser el gran asistidor del equipo que comanda Galtier. La temporada para Messi está siendo muy buena a pesar de algunos desajustes que se ven entre él y el entrenador cuando decide sacarlo.
«Messi y Neymar abruman a Mbappé» tituló As en referencia a la dupla que forman los dos primeros sobre el tercero, que ahora se encuentra aislado. Contra el Brest se vio que Messi ya no está tan preocupado por anotar, aunque sí tiene ganas, sino más bien en construir juego y que otros finalicen. Su generosidad es una lección de humildad tanto para Neymar como para Mbappé, que se pelean por quien ejecuta los penales, teniendo a semejante leyenda de compañero, sin consultarle siquiera.
Como en otros partidos, Mbappé pecó de egoísta con su juego, no ya con únicamente Messi, sino con casi todos sus compañeros. Mbappé cree que puede hacerlo todo solo y no considerar buscar apoyo en otros jugadores. Y esto se traduce en jugadas desperdiciadas. Ya se vieron escenas con Messi y Neymar, perjudicados por esa actitud de Mbappé de no querer pasarla o, peor aún, de reclamar que solo se juegue con él. Con Neymar las cosas están en modo «correcto». Ni bien ni mal. «A veces hablamos más, y a veces hablamos menos. Es así» se justificó Mbappé antes del duelo con la Juventus por la Champions League.