Wayne Rooney fue sin dudas uno de los mejores jugadores que sacó el fútbol inglés en los últimos 25 años. De destacada carrera en el Manchester United, según sus propias palabras tuvo que vivir duros momentos durante su exitoso paso por el fútbol.
“Me tomaba un par de días en los que no quería ver a nadie. Me sentaba en mi casa y, durante dos días, tan solo bebía. Al tercer día estaba de nuevo entrenando. Debía alinearme, ponerme gotas en los ojos y superar esa semana de trabajos. Realmente estaba en un mal momento”, relató el actual entrenador del Derby Country sobre cómo lidiaba con la presión en sus días de futbolista.
«Ahora las personas están más empoderadas a la hora de hablar de este tipo de cosas. En aquellos tiempos tenías que sufrir internamente antes de hablar abiertamente de tus pensamientos”, analizó sobre cómo fue avanzando el tema de la salud mental en los últimos años.
“Yo estaba siempre enojado y era agresivo de pequeño. Eso fue bastante obvio cuando empecé a jugar al fútbol. Era obvio que tenía algunos temas con los que tenía lidiar y hoy, afortunadamente, están bajo control”, aseguró el exjugador de 36 años y cerró: “Mi relación con la bebida está bien ahora. No tengo problemas. Aún tomo un trago de vez en cuando, pero no como solía hacerlo cuando jugaba. Está todo bajo control”.