Actuando en el puesto de delantero centro, la necesidad de contar con un jugador rápido, desequilibrante y con gol resulta clave para aumentar la peligrosidad de las urracas en los tres cuartos de cancha y en adelante.

El nombre que ha irrumpido con fuerza en la agenda del Newcastle es el de Sardar Azmoun, el atacante iraní que milita en el Zenit de San Petersburgo y que parecía cerrado por el Olympique de Lyon, pero que tendrá mucha competencia para cerrar su llegada.

El iraní es uno de esos futbolistas que pueden aportar una barbaridad partiendo de banda y actuando como segundo delantero en los planes del Newcastle.