El PSG y el AS Mónaco empataban 1 a 1 en el Parque de los Príncipes y el entrenador del equipo local decidió sacar al carácter de la selección Argentina que fue reemplazado por Pablo Sarabia.

Es de público conocimiento que a Leo Messi no le gusta en absoluto ser sustituido en un partido. Cuenta la leyenda que la primera vez que Guardiola lo sacó en un partido del FC Barcelona el argentino no le habló al catalán por un mes. La temporada pasada Mauricio Pochettino tomó la decisión de reemplazarlo ante Lyon cuando iban 76 minutos de partido y el PSG ya le había empatado a Lyon con el penal de Neymar (Paquetá había adelantado a la visita). El envión estaba del lado de los parisinos, con Messi, Ney, Mbappé y Di María en cancha. Sin embargo, Pochettino pensó otra cosa y sacó al 30, que hasta ese momento había tenía un partido interesante, yendo de mayor a menor. El palo le había sacado un hermoso tiro libre.​

Messi sabe que no es el niño mimado en este equipo. Por eso su reacción no fue para nada grave y hasta saludó a Galtier sin ningún tipo de inconvenientes. Sin embargo cuando lo enfocaron en el banco de suplentes se pudo ver su cara no tan contenta y hasta pareció que alguien del cuerpo técnico le preguntó si estaba cansado y él contestó sorprendidamente que no.

Messi tuvo un buen partido ante el AS Mónaco siendo más efectivo que Neymar y Mbappé. El argentino había puesto en situación de peligro al brasileño cuando un defensor rival le cometió penal y terminó en el gol del empate en un partido que al París se le hacía chivo.