Gavi, el joven futbolista de 17 años le recordó al veterano de 38 que no había que perder el balón.
El Granada le ganaba al Barcelona por 1 a 0. En el minuto 70 se produce una jugada que pasó muy desapercibida pero que tiene muchas lecturas. El Barça tiene el balón en campo contrario. En lugar de moverlo, tocarlo y mantener la posesión, Alves cuelga un balón precipitadamente que se pierde por el fondo. Gavi, de 17 años y con las vitrinas vacías, le hace gestos ostensibles con las dos manos a Alves, de 38 tacos y más títulos que nadie, de que se calme, que no la pierda. Con las dos palmas abiertas, boca abajo, le pide tranquilidad.
Es, también, lo que imploraba Xavi desde de la banda. No se debía caer en el correcalles de Pamplona que derivó en un postrero y cruel empate. Curioso observar que el más joven es quien le tenga que decir al más veterano, 21 años mayor que él, lo que requiere el Barça. Luego fue Gavi, casualmente, con su ímpetu por recuperar un balón ante Collado quién vio la segunda amarilla y perjudicó al Barça.
Lo que sorprendió, ya en rueda de prensa, es que Xavi lamentará el empate por “falta de experiencia”, cunado en el campo estaban los tres capitanes y Alves. Y fue él quién puso a Álvaro Sanz por Dembélé, ¿para buscar experiencia? “Nos da mucho, Álvaro Sanz”, dijo… Sí. En los 20 minutos que jugó en Mallorca, que eran sus únicos minutos en el Barça. Cuando Xavi habla de “errores propios” del equipo, tendrá que empezar a explicitar también los suyos.