«Tuve entre negociaciones una llamada de Román que cambió todo. El trato, el desafío también… Por supuesto Boca seduce a cualquier jugador. En mi caso, se dio de esa manera. Estoy muy feliz. Mi familia está bien. Que mi familia esté bien me pone mucho más tranquilo. A disfrutar con mucha responsabilidad este desafío», expresó el atacante en conferencia de prensa.

A su vez, Romero recordó los entrenamientos que tuvo, junto a su hermano, en el Xeneize, hace 15 años: «Tuvimos la oportunidad de venir a Boca en 2007, el año que Boca salió campeón de la Libertadores. Estuvimos en Casa Amarilla viviendo un tiempo largo. Hoy se me da a mí la oportunidad de volver después de muchos años. Uno no perdía la esperanza de volver, entrar a la Bombonera y darle alegría a la gente».