Racing derrotó 2 a 0 al Bicho en La Paternal y sigue en lo más alto de la tabla. A pesar de que el equipo del Chacho no tuvo su mejor noche, Jonathan Cristaldo y Lisandro López le dieron los tres puntos.
Es una obviedad decir que en el fútbol gana el equipo que hace más goles, pero ésta fue la principal diferencia entre Argentinos y la Academia, que se mantiene como único líder de la Superliga. Porque los dirigidos por Coudet no tuvieron una noche demasiado lúcida, pero ante las pocas oportunidades que les dejó el local, no perdonaron y liquidaron el partido, aunque la diferencia no fue abrumadora. Por el contrario, Ezequiel Carboni planteó un juego inteligente, que funcionó durante gran parte de la primera mitad, pero su equipo nuevamente sufrió por la falta de gol: tiene sólo 2 tantos (ambos contra Lanús) en 9 PJ durante éste semestre.
Desde el comienzo del juego, la idea de Argentinos era clara cuando no tenía la pelota: ser compactos en el fondo y armar una línea de 5 (con los extremos Toledo y Romero sumándose a los tres mediocampistas) para evitar que los creadores de juego contrarios no pudieran brillar. El plan funcionaba, a pesar de algunas distracciones que obligaron a intervenir a Lucas Chaves (quien fue el mejor del local). El equipo de Carboni tenía el control del juego y especialmente por la banda, con buenas combinaciones entre Machín y Romero, llegaban a pisar el área contraria.
Sin embargo, esta superioridad nunca se plasmó en el marcador en media hora de juego y, tras una pelota parada que podría haber significado el 1-0 del equipo de La Paternal, Racing concretó la primera alegría en una contra letal. Matías Zaracho generó la jugada, cambió de frente para Pol Fernández, quien dejó a Augusto Solari frente al arquero que le negó el gol, pero tras un intento de despeje de Gastón Bojanich, Jonathan Cristaldo cabeceó directo al fondo de la red. A pesar de que el Bicho terminó el primer tiempo dejando una buena imagen (en el juego), los hinchas ya comenzaban a fastidiarse y pedían el ingreso de Facundo Barboza.
En el amanecer de la segunda mitad, Matías Romero le sirvió en bandeja a la Academia la posibilidad de ampliar la diferencia, al cometer un claro penal. El ex Vélez sujetó desde atrás a Pol en el área cuando el volante iba en buscar de conectar un centro y Jorge Baliño no dudó en cobrar la pena máxima a favor del visitante. El Licha López definió a la derecha del guardameta del Bicho, quien fue hacia el otro lado, para poner el 2 a 0 que sería definitivo. A pesar de que aún restaba mucho por jugar, este golpe fue durísimo de digerir para Argentinos que no pudo volver a meterse en el partido.
Y ante la situación adversa, Carboni sólo empeoró el panorama con los cambios para intentar revertir el resultado: Gastón Verón entró por Pisculichi, Junior Benítez en lugar de Romero y Facundo Barboza reemplazó a Montero. Estas variantes partieron al equipo que no volvió a funcionar como tal, en un partido que podría haber terminado en una goleada devastadora. Si el resultado no fue abultado, se debió a que Lucas Chaves tapó los errores del equipo en más de una oportunidad y porque el Chacho entendió que los tres puntos ya se iban para Avellaneda, por lo que no valía la pena arriesgar de más en un partido que liquidaron mucho antes del pitazo final.