Quique Monleón Ciurana
Tras su nefasto paso por el Manchester United, donde quedó apartado de la dinámica de un ten Hag el cual fue despedido a inicios de esta temporada, el futbolista inglés se ha reencontrado con su mejor versión en la capital inglesa, concretamente con un Chelsea que está haciendo las cosas de la mejor manera posible habiéndose desenvuelto como un contendiente al título en una temporada donde parecía no tener rival el Liverpool de Arne Slot.
Con 2 goles y 3 asistencias en 9 partidos de Premier League, Jadon Sancho se ha reivindicado frente aquellos que lo tacharon de nulo cuando vestía la camiseta de los Red Devils. Tras el largo trayecto por el oasis que supuso su paso por Old Trafford, el futbolista británico se ha reencontrado con la felicidad y la titularidad: el de Londres se ha vuelto un fijo en banda izquierda para un Maresca que esta enamorado del juego electrizante y descarado de un futbolista que ha pasado de estar mermado y alejado de la titularidad, a ser un verdadero referente junto a Cole Palmer o Nico Jackson en un Chelsea que ya es el equipo más goleador de las Islas Británicas con 35 tantos, cifras que dan a entender el buen rendimiento de los jugadores ofensivos y, concretamente de un Sancho al que el sistema ofensivo del entrenador italiano, le viene a las mil maravillas para desplegar su velocidad y capacidad de disparo como se vio ante el Tottenham.
La carrera de Sancho ha sufrido diferentes altibajos anteriormente a alcanzar unos de sus zenits como es el que vive actualmente en el Chelsea. Descartado por la cantera del Manchester City, el jugador probaría en Alemania, donde y con el Borussia Dortmund, ejercería de líder en un proyecto caracterizado a ser carente de títulos dado el dominio aplastante perpetrado durante años por un Bayern München que en lo que a ganar títulos, pocos deja a sus rivales. Pese a ello, de la mano del conjunto amarillo, el atacante levantaría dos títulos: una supercopa alemana y una copa del país, triunfo que, parecen de una medida menor a lo que sería ganar una liga pero, y sabiendo del domino bávaro en el país teutón estas últimas décadas, siempre es buen el sumar títulos para una entidad centenaria como el Borussia Dortmund.
A pesar de no lograr un extenso palmarés con “die Bienen” (las abejas), el futbolista, a muy pronta edad (cabe recordar que todavía tiene 24 años), ejercería como líder, a base de goles y asistencias, en un vestuario que siempre cuenta con un gran número de veteranos como bien es el del Dortmund. Y es que, en los 158 partidos que disputaría con el conjunto del Westfalenstadion, el extremo inglés anotaría 53 goles, repartiendo 67 asistencias, números más que a destacar (sobre todo, en lo que a anotaciones se refiere), dado que el futbolista no dejaba de ser un extremo y no un punta, siempre siendo de un coste mayor, en el caso de ser extremo, aquello de marcar goles.
Estas cifras, lejos de pasar desapercibido, abrieron un gran número de puertas al futbolista, entre ellas, la de la selección inglesa, la cual y de la mano de Gareth Southgate, convocó al futbolista londinense para la Eurocopa la cual tendría como sede final, la misma ciudad de Londres. Pese a no cuajar una gran actuación en lo individual, Sancho sería de ayuda para que los Three Lions llegasen a la final de la competición, cayendo frente a su público en una final que acabaría decantándose en penaltis por una Italia la cual y con un juego vistoso, partiendo desde la defensa, alzaría el título 52 años después ante la Inglaterra de un Sancho que, pese a no cuajar su mejor torneo en lo individual, tendría ofertas, siendo la del Manchester United la que más le agradaba tanto a él como al mismo Borussia Dortmund, experto en sacar provecho en ventas de futbolistas, llegando a pagar el conjunto inglés, 85 millones por un futbolista destinado a ayudar al club mancuniano, a vivir una nueva etapa de éxitos tras años vagando tanto en Europa como en el panorama nacional.
El aficionado del Manchester United tenía permiso para ilusionarse durante al inicio de la campaña 21-22. Además del fichaje de Sancho, el conjunto inglés firmó, por segunda vez, al que siempre ha considerado como su hijo pródigo: no otro que Cristiano Ronaldo. Con el portugués al lado y un entrenador recién contratado tras la salida de Solskjaer (con este disputaría sus primeros encuentros como jugador red) como Erik ten Hag, experto en el desarrollo de jóvenes promesas como bien se vio durante su estancia en el Ajax, Sancho parecía haber aterrizado en el lugar idóneo de cara a propulsar una carrera que, y a hasta el momento, se encontraba yendo viento en popa, concepto que y con su llegada a Old Trafford, cambiaría drásticamente, siendo encaminada hacia un calvario de lesiones y caídas en depresión.
Lejos de encontrarse con esa versión que maravilló al mundo cuando jugaba en Alemania, el futbolista, pese a contar con oportunidades y llegar a disputar más de 80 partidos con la camiseta red devil, no encontró su sitio en su retorno a la ciudad de Manchester, perdiéndose la mayoría de los partidos dada una inestabilidad mental que no lo dejaría brillar en un Manchester United que y de la misma manera que el futbolista, naufragaría en términos deportivos junto a un ten Hag criticado no solo por el vestuario red devil, también por las leyendas del club, dada la incapacidad del equipo de cara pelear por un sitio entre los más grandes del país.
Pese a la consecución de la Carabao Cup ante el Manchester City, que certificaba la continuidad del entrenador neerlandés por una temporada, Sancho daría la espalda al Manchester United debida la incomodidad, la más que naufragada relación con ten Hag y la necesidad de volver a disfrutar del futbol a causa de que el futbolista, por el momento, solo contaba con 23 años. Llegando el mercado de invierno, donde aceptaría un retorno por seis meses al club que lo llevaría a estar en boca de todos: el Borussia Dortmund.
Ya de nuevo en Dortmund, el futbolista volvería a sentirse importante tras su paso nefasto por Old Trafford. En los 6 meses en los que estuvimos o nuevamente bajo el manto del Signal Iduna Park, el futbolista recuperó su estabilidad emocional y futbolística, firmando 2 goles y 3 asistencias, que lo ayudarían simplemente a renacer tras descender a los infiernos con un Manchester United del cual no quería saber nada el jugador. Acabada la temporada con el Dortmund, pese a no ganar títulos y perder su primera final de Champions, el jugador ganaría sobre todo en salud mental (fundamental para un futbolista joven). Además de reencontrarse con una versión mejorada de él mismo, también se reencontraría con ofertas de grandes clubes, siendo un renovado Chelsea, que estaba teniendo un mercado francamente abultado en lo que a número de incorporaciones se refiere, el que se haría en forma de cesión, con los servicios de un futbolista con sed de venganza en su retorno a Inglaterra.
Lejos de sentirse menospreciado y estar abonado al banquillo como se vio hace menos de un lustro cuando era futbolista del Manchester United, Sancho ha encontrado su hueco tanto en el Chelsea como con Maresca, siendo esto último, providencial para un futbolista joven (a causa de no existir mejor sensación que la de tener un entrenador el cual confíe ciegamente en ti). Con unos registros a destacar y, por encima de todo, ritmo de juego y una suma de casi 500 minutos desde que empezó la temporada, el futbolista tiene todas las papeletas para formar parte nuevamente de una selección inglesa donde deberá compartir vestuario con un Cole Palmer que se ha vuelto uno de sus inseparables en un Chelsea que, y a base del gran rendimiento por parte de esa extensa plantilla criticada a final de mercado a causa de la cantidad de futbolistas que en ella hay, se está permitiendo el lujo de soñar con arrebatarle la Premier League al Liverpool y ganar una Conference League que transformaría al club inglés, en el único en el mundo en haberse hecho con la triple corona europea: Champions League, Europa League y Conference League. ¿A qué opta el Chelsea de la mano de Sancho esta temporada?